De las pocas películas potables de Bruce Willis en sus últimos tiempos. Antes incluso de que optara por esa estrategia masoquista basada en rodar truños como churros, y a la que tanto consagró su etapa crepuscular como actor.

Willis, ya por entonces lejos de sus días de vino y rosas, interpreta a un veterano espía que se las tiene que ver con la conspiración de turno. Para ello forma equipo con otros compañeros suyos, todos en edad de visitar a sus nietos, para resolver el entuerto que amenaza su vida. Un argumento que tira de comics, dada la sequía de ideas que aqueja a Hollywood desde hace años.

Estamos, por tanto, ante una obra más o menos coral en donde Willis es uno más de los veteranos que, junto a Freeman, Mirren y Malkovich, se dedican a resolver un lío de espías con conspiraciones y malvados sobrados de secuaces. No obstante, estos abueletes demostrarán que son mayores, pero no idiotas, dando pie a una escabechina de sangre y plomo a poco que les intenten tocar las narices.

Para lograrlo, "Red" descansa fuertemente sobre tres pilares. Uno, las escenas de acción protagonizadas por gente ya curtida. Dos, las caras conocidas, con papeles incluso para Richard Dreyfuss y Brian Cox. Con decirle que aparece Ernest Borgnine, que moriría dos años después. Y tres, los chascarrillos y chistes sobre la senectud y el paso del tiempo. "Abuelo mis cojones", que diría Malkovich. Toda una declaración de principios.

No obstante, no nos dejemos engañar, porque "Red" es regulera. Tiene sus momentos, alguno incluso gracioso, pero el resto de la película es una cinta de acción con subidas y bajadas, en donde la historia importa poco. Tampoco ayuda su tono irregular, con momentos cómicos combinados con otros más oscuros. No olvidemos que, al fin y al cabo, son asesinos a sueldo del Estado. Es como si buscase un tipo de público demasiado amplio.

Finalmente, chirria esa supuesta tensión sexual entre Willis y Mary-Louise Parker. No tanto por los diez años de edad entre ambos, que sí, como por lo mal que ha envejecido el primero y lo razonablemente bien que se ha conservado la segunda. Esto da pie a una relación inverosímil que hace aguas continuamente.

Con un presupuesto de $58 millones, "Red" se alzó con una taquilla de $199 millones, lo que está bastante bien. De hecho, tuvo continuación tres años después.

En resumen, Willis vuelve allí donde se lo esperaba, pero ahora acompañado de otros machacas de su quinta. Curioso, porque Bruce no era tan mayor por entonces (véase spoiler 1). Es pasable, pero dista de ser notable. En todo caso muy por encima de lo que luego rodaría a granel. Al verdadero Willis ya le quedaba poco.