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Voto de Jose:
9
5,6
26.380
Ciencia ficción. Terror
Durante un viaje en el espacio rumbo a un remoto planeta al otro lado de la galaxia para colonizarlo, la tripulación de la nave 'Covenant' descubre una señal proveniente de lo que creen puede ser un paraíso inexplorado, y que resulta ser un mundo oscuro y hostil... Secuela de "Prometheus" (2012). (FILMAFFINITY)
23 de mayo de 2017
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No salgo de mi asombro. Y ya me pasó con Prometheus hace cinco años. ¿Habré visto otra película? ¿El amor por la saga me ha provocado ceguera o alucinaciones? Según la mayoría de usuarios, la película es mala o como mucho pasable. ¿Cómo es posible?
¿Cómo es posible si Alien Covenant...
... corrige los problemas de Casting de Prometheus...
... ofrece un espectáculo visual absolutamente majestuoso, impecable... desde la primera secuencia...
... profundiza con milimétrica astucia en los rincones más profundos de la inteligencia artificial y su relación con la libertad, el amor, la ambición...
... termina de explicar hasta las últimas preguntas que faltaban por responder y explicar acerca de los xenomorfos...
... homenajea en tantos pequeños detalles a la madre de todos los Aliens, el octavo pasajero...
... sujeta una trama con un ritmo fascinante, febril, arrebatador, hasta el final...
... sigue en Spoiler...
¿Cómo es posible si Alien Covenant...
... corrige los problemas de Casting de Prometheus...
... ofrece un espectáculo visual absolutamente majestuoso, impecable... desde la primera secuencia...
... profundiza con milimétrica astucia en los rincones más profundos de la inteligencia artificial y su relación con la libertad, el amor, la ambición...
... termina de explicar hasta las últimas preguntas que faltaban por responder y explicar acerca de los xenomorfos...
... homenajea en tantos pequeños detalles a la madre de todos los Aliens, el octavo pasajero...
... sujeta una trama con un ritmo fascinante, febril, arrebatador, hasta el final...
... sigue en Spoiler...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... ofrece referencias constantes y perfectamente ensambladas a la trama desde el Simbolismo y el Romanticismo del XIX:
-Nietzsche en su exaltación enferma del individualismo, la singularidad y la superioridad de los "elegidos por los dioses"
-Giger en tantos diseños diseminados por los dibujos de David casi iguales a los originales de los años 70 del genial artista
-Böcklin, mostrando un plano de una belleza colosal de su famosa "Isla de los muertos", homenajeando, a su vez al propio Giger, que también hizo su propia versión de la pintura. (Uno de los cuadros favoritos de Hitler, por cierto)
-Wagner y la propia música, como representación de la esencia misma de la creatividad humana... ¿Y quizá robótica en el futuro?
-Byron en su versión más delicada, pero a su vez delirante, ególatra y despreciable...?
Quizá por los mismos motivos que a Blade Runner, en 1982, se la criticó por ambiciosa y compleja, muchos de los que hoy han caído en la tentación de no profundizar en ella y banalizarla terminen ofreciéndole otra oportunidad.
Si en la genial obra maestra de los replicantes la historia trataba de profundizar en cómo de humano podría llegar a ser un robot indistinguible de otro ser humano, en Covenant la reflexión es la siguiente: ¿Qué podría llegar a crear un ser insultantemente inteligente, que acaba de aniquilar a toda una raza que a su vez fue la creadora de aquélla otra que le diseñó, dueño y señor ahora de su propio planeta y con todo el tiempo y los medios por delante para hacer de su capa un sayo (nunca mejor dicho?). ¿Qué ser y bajo qué circunstancias se podría crear el ser más terrorífico que ha creado la ficción en los últimos 50 años? Pues la clave está en los primeros minutos de la película, y aquí entra Freud: David siente una fascinación arrebatadora hacia la creatividad humana, su la belleza y perfección que puede llegar a crear, sólo comparable al odio y el desprecio que va acumulando día tras día de su vida hacia su propio creador, su "padre". Los que sabemos un poco de psicología y psicoanálisis hemos comprobado que esta combinación hacia un progenitor que te obsesiona y te fascina, pero a su vez te educa para ser el más especial y un mero esclavo al mismo tiempo de sus caprichos suele provocar almas tan perversas como para ver al resto poco más que mariposas clavadas con un alfiler a la pared.
Para Scott la acción siempre ha podido combinar con la trama más profunda imaginable, y en esta última ocasión, un servidor romántico que se declara interesadísimo en el universo de Giger, Alien, el Romanticismo del XIX, la inteligencia artificial y la psicología no puede sino recomendar la visión de esta joya indiscutible del género de ficción con mayúsculas. Una película para ver con palomitas en una mano y un libro de Freud en la otra, pero cuidado: como Caín alzó su mano contra Abel, permitan ustedes que su mano izquierda y derecha lleguen a entenderse un poco y se mezclen lentamente, que no acabe la cosa como para tantos otros espectadores escépticos.
Mi más sincero reconocimiento señor Scott: Me postro humilde ante su genio cinematográfico.
-Nietzsche en su exaltación enferma del individualismo, la singularidad y la superioridad de los "elegidos por los dioses"
-Giger en tantos diseños diseminados por los dibujos de David casi iguales a los originales de los años 70 del genial artista
-Böcklin, mostrando un plano de una belleza colosal de su famosa "Isla de los muertos", homenajeando, a su vez al propio Giger, que también hizo su propia versión de la pintura. (Uno de los cuadros favoritos de Hitler, por cierto)
-Wagner y la propia música, como representación de la esencia misma de la creatividad humana... ¿Y quizá robótica en el futuro?
-Byron en su versión más delicada, pero a su vez delirante, ególatra y despreciable...?
Quizá por los mismos motivos que a Blade Runner, en 1982, se la criticó por ambiciosa y compleja, muchos de los que hoy han caído en la tentación de no profundizar en ella y banalizarla terminen ofreciéndole otra oportunidad.
Si en la genial obra maestra de los replicantes la historia trataba de profundizar en cómo de humano podría llegar a ser un robot indistinguible de otro ser humano, en Covenant la reflexión es la siguiente: ¿Qué podría llegar a crear un ser insultantemente inteligente, que acaba de aniquilar a toda una raza que a su vez fue la creadora de aquélla otra que le diseñó, dueño y señor ahora de su propio planeta y con todo el tiempo y los medios por delante para hacer de su capa un sayo (nunca mejor dicho?). ¿Qué ser y bajo qué circunstancias se podría crear el ser más terrorífico que ha creado la ficción en los últimos 50 años? Pues la clave está en los primeros minutos de la película, y aquí entra Freud: David siente una fascinación arrebatadora hacia la creatividad humana, su la belleza y perfección que puede llegar a crear, sólo comparable al odio y el desprecio que va acumulando día tras día de su vida hacia su propio creador, su "padre". Los que sabemos un poco de psicología y psicoanálisis hemos comprobado que esta combinación hacia un progenitor que te obsesiona y te fascina, pero a su vez te educa para ser el más especial y un mero esclavo al mismo tiempo de sus caprichos suele provocar almas tan perversas como para ver al resto poco más que mariposas clavadas con un alfiler a la pared.
Para Scott la acción siempre ha podido combinar con la trama más profunda imaginable, y en esta última ocasión, un servidor romántico que se declara interesadísimo en el universo de Giger, Alien, el Romanticismo del XIX, la inteligencia artificial y la psicología no puede sino recomendar la visión de esta joya indiscutible del género de ficción con mayúsculas. Una película para ver con palomitas en una mano y un libro de Freud en la otra, pero cuidado: como Caín alzó su mano contra Abel, permitan ustedes que su mano izquierda y derecha lleguen a entenderse un poco y se mezclen lentamente, que no acabe la cosa como para tantos otros espectadores escépticos.
Mi más sincero reconocimiento señor Scott: Me postro humilde ante su genio cinematográfico.