Madre del amor hermoso, a cualquier cagada la califican con 9 y 10 estrellas, sobre todo si viene de Tarantino, un tipo endiosado a partir de Pulp Fiction (que por cierto, sí me gustó en su día) por una caterva de fanáticos para quienes las vísceras y la sangre en la pantalla con toques de humor son sinónimos de genialidad.
Claramente, y sobre todo después de haber leído tantas buenas críticas, me esperaba algo no ya mejor, sino mucho mejor.

Una película para ser considerada buena debería, como mínimo, tener una historia que contar, un contenido, un hilo argumental que lleve a alguna parte, un trasfondo.
El punto de partida del guión es interesante, pero ¿no debería haberle sacado algo más de partido, viniendo de quien viene, un icono del cine? Creo que a un "director de culto" se le debería haber pedido, como mínimo, que hubiera hecho algo mejor, no esa sucesión aburrida de historias sin sentido (el autoplagio constante característica de Tarantino) con el previsible fin violento.
La película es, aparte de mala, muy, muy larga, y junto a la falta de sentido del hilo argumental, al final aburre hasta el bostezo.
Y por supuesto, no esperes que aporte nada diferente o nuevo al tan trillado tema nazi, aparte de los tópicos de siempre, y de ridiculizar hasta el nivel del electroencefalograma plano a los auténticos bastardos históricos, que dieron su vida para salvar la de otros, no arrancando cabelleras de nazis para divertirse, precisamente.