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Voto de Dick_Laurent:
10
Aventuras. Romance. Comedia. Fantástico Después de buscar fortuna durante cinco años, Westley (Cary Elwes) retorna a su tierra para casarse con su amada, la bella Buttercup (Robin Wright Penn), a la que había jurado amor eterno. Sin embargo, para recuperarla habrá de enfrentarse a Vizzini (Wallace Shawn) y sus esbirros. Una vez derrotados éstos, tendrá que superar el peor de los obstáculos: el príncipe Humperdinck (Chris Sarandon) pretende desposar a la desdichada Buttercup, ... [+]
16 de febrero de 2007
37 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haber trabajado como actor secundario durante veinticinco años, bajo las órdenes de tipos como Woody Allen o Mike Nichols, entre otros, ha dejado tiempo a Rob Reiner para alcanzar su techo como cineasta en 1987, año en que rodó La princesa prometida. Entre las películas que pasaron por mi infancia, siempre recordaré La princesa prometida con un cariño especial. En estos días, al volverla a ver, me he propuesto descubrir si hay buen cine en ella, o si mi fascinación se debe a que la miro con los ojos aún encandilados del niño que fui. A juzgar por la forma en que comienza la historia, parece que empalaga, pero en realidad acaba por hipnotizarme.

Alejándose de las tendencias amorales del cine actual, esta aventura medieval ensalza las virtudes de los seres humanos, es una historia habitada por personas íntegras y honestas.

Sus personajes son inolvidables: el hombre de negro encarna la valentía y la humildad; Íñigo es tenaz y justo; Fezzik une a su desproporcionado cuerpo una sensibilidad entrañable; y la princesa Buttercup es dueña de un corazón incansable si se trata de amar.

En el guión escrito por William Goldman – basándose en su propio libro – encontramos algunos momentos antológicos, perlas en forma de diálogos inolvidables (“Hola, me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate a morir”).

La fotografía de Adrian Biddle, ejecutada con mimo y buen gusto, y los acordes de la guitarra de Mark Knopfler, completan un producto repleto de encanto.

El combate a espada entre Cary Elwes y Mandy Patinkin, unido al brillante intercambio de diálogos previo, ha pasado a la historia del cine.

Íñigo Montoya perdurará para siempre en mi memoria. Estamos, en mi opinión, ante un personaje mítico, imborrable al paso de los años. Dando vida a la leal Buttercup pudimos ver, por vez primera en una pantalla, a Robin Wright ( la Jenny de Forrest Gump ), posteriormente casada con Sean Penn. Es una pena que la prometedora interpretación de Cary Elwes no se haya visto consolidada en ninguna de sus apariciones posteriores. Pese a que recientemente lo hemos visto protagonizando el claustrofóbico thriller titulado Saw, nunca interpretó un papel a la altura de Westley.

En La princesa prometida, el romanticismo vence a la frivolidad, la valentía triunfa sobre la cobardía, el amor prima sobre el odio, y la humildad se antepone a la soberbia. Un hecho representativo de su elegancia y corte clásico es que los malos no mueren: o bien se unen al bando de los buenos, o simplemente son escarmentados.

En fin, una peli que os aportará muchas cosas, os hará pasar un rato muy entretenido, y saciará vuestro apetito cinéfilo.
Dick_Laurent
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