Ryan Gosling es un actor de moda pero hace más de una década que ya va teniendo papeles destacados como el que nos ocupa.

Interpreta a Danny, un judío al que el odio por su gente y sobretodo las creencias surrealistas que le inculcaron de pequeño, le lleva a hacerse nazi con especial radicalismo contra el judaísmo.

Gracias a su don de la palabra y ideas a priori claras es captado por una pareja (y la hija de ella) con conexiones en la alta sociedad a los que encandila y le dan un púlpito desde el que dirigirse a adinerados y conseguir dinero para hacer crecer su causa de extrema derecha.

Más que una película de la extrema derecha y su influencia en la sociedad, estamos ante una película que reflexiona sobre el daño que puede hacer a un niño una crianza ultrareligiosa y como el odio puede crecer hasta el punto de odiar a los de su sangre y convertirse en uno de los que los acribillaban en el pasado.

El reflejo de esto no puede ser más realista y lo digo desde el prisma de sentirme por muchos momentos identificado. Con una crianza en un credo muy similar, habían escenas de flashback en los que le quitaba las gafas al protagonista de niño y era yo rebatiendo lo que para mi eran creencias absurdas y sin sentido. De hecho aún hoy en día lo sigo haciendo con gente de mi familia.

No he llegado a impulsos nazis ni asesinos pero coincide que de rebote poco tiempo después de abandonar aquello conocí a gente encantadora de serpientes y de cabezas rapadas como el círculo de debate que se ve en la película, algo que está también bien reflejado.

Dejando a un lado el momento "cuento mi vida" y siguiendo por el realismo que ofrece la película, no quiero olvidarme destacar el papel de Summer Phoenix como otro personaje carne de secta, inestable y dañado que no acaba de encontrar su sitio en el mundo y se castiga o busca que la castiguen.

Otra cosa que me encanta y refleja perfectamente como las cosas arraigadas en la mente de un niño jamás se olvidan es cuando vemos como el protagonista pese a todo ese rencor, tiene respeto e incluso devoción por el ambiente y custumbres donde se ha criado y se debate entre el amor y el odio compaginado con los impulsos de asesinar a un judío y el miedo de que descubran que él mismo es uno.

El final con ese momento escalera y la revelación que aporta es arriesgado porque a muchos les rompe las buenas sensaciones que hasta el momento había dejado la película e innecesario en un arrebato de incorporar un giro o un momento de impacto que como digo puede hacer más mal que bien. Pese a ello a mi no me disgusta o al menos para manchar el buen regusto que deja todo lo anterior.

Nota: 7'2

En twitter: @er_calderilla