No he tenido el mejor estreno en la filmografía de Kim Ki-duk. Tenía pendiente hace tiempo el ver muchas suyas, con especiales ganas a Time, Hierro 3 o la más reciente Pietà y pese a la mala experiencia de esta no se me quitan las ganas.

La película es la búsqueda del personaje de Kim Hye-na de suponemos un hombre y cuando avanza el metraje conoceremos el motivo. El calificativo de pretencioso fue creado para obras como esta. Una cámara en mano para darle un toque amateur, con incesantes y molestos temblores y con el bucle argumental de: protagonista va a un piso a preguntar por el que busca (no sabemos ni por qué piensa que está allí ni como lo sabe), le dicen que se ha ido a otra ciudad o incluso país y allí que se va y repetimos proceso, no sin olvidarnos de antes de abandonar cada ciudad un plano del paisaje y de ella gritando su nombre al viento.

No soy muy radical con las opiniones de las películas que veo y menos aún con las notas. Me cuesta dar menos de un 4 y siempre intento sacarle algo positivo al visionado. En esta quiero intentar ver una historia profunda de una dolorosa búsqueda que se inicia y termina en el mismo lugar, pero solo veo una idea que da para máximo 20 minutos y que aún durando “solo” 112 se hace eterna. Y esperando una epifanía o final que mejorara el regusto, tenemos la aparición del enmascarado lo que la acaba de rematar.

Película para un público muy minoritario del que respeto su opinión pero no compro la moto que nos quieren vender ellos y sobretodo el director.