Muchas ganas había de la vuelta de esta serie, tras los tres episodios que conformaron la primera temporada y que fueron de lo mejor que se ha hecho para tv en tiempo. Para el arranque de la segunda temporada habían muchas expectativas puestas y puede haber matices de si es algo mejor o algo peor que este capítulo o aquel, pero en general no defraudan y no era fácil estar a la altura.

Con las nuevas tecnologías y aires futuristas como eje central al igual que pasaba en los capítulos predecesores, en esta ocasión Charlie Brooker cambia la crítica mordaz y la mala baba por algo más sentimental, más humano. ¿Y si tu pareja falleciera y te ofrecieran la posibilidad de chatear con su recuerdo, hablar por teléfono e incluso gracias a la tecnología tenerlo físicamente a tu lado? La historia avanza con máxima naturalidad y con el constante pensamiento en voz alta de la protagonista "se que no es él, pero se le parece tanto". Como era de esperar, no deja de lado debates morales en los que se ve inmerso el espectador durante el visionado, haciéndolo partícipe del mismo y sobretodo preguntándose constantemente ¿Haría yo lo mismo en esa situación? Ayuda y mucho a esta cercanía y a empatizar con lo que te cuenta, los grandes papeles que ofrecen Hayley Atwell y Domhnall Gleeson.

No era fácil ponerle un final y para mi acierta, no dejando en ningún caso indiferente, cualidad que tiene todo el capítulo y toda la serie hasta ahora. Esperando con ganas ya la siguiente entrega.

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