Miami Vice, al igual que antes Collateral o Heat, lleva el sello inconfundible de un director que sabe sacar un notable rendimiento a historias que, en manos de otros, quedarían en simples entretenimientos comerciales. Y aunque alguno pueda llevarse las manos a la cabeza, me recuerda un poco a Alfred Hitchcock. Me explico: Hitchcock elevó a la categoría de clásicos películas que por su temática eran consideradas en su época cine de serie b (por ejemplo la impresionante "Los pájaros"), porque sabía hacer grandes películas pero sin perder el favor del público, y es que una película puede ser arte pero también entretenimiento. Por su parte Michael Mann demostró en Heat que una historia policiaca aparentemente convencional de policias y ladrones podía profundizar en las vidas de los personajes, darles un fondo interesante sin perder el sentido del espectáculo. En menor medida lo consiguió también en Collateral, donde la ciudad de Los Angeles volvía a cobrar un protagonismo trágico que, para mí, encarnaba la soledad de sus personajes, imperfectos y perdidos.
En Miami Vice vuelve a imprimir su sello: elabora un thriller de lujo mezclando elementos de acción con momentos íntimos de la vida de los protagonistas, aunque el personaje mas interesante resulta ser, no el de Colin Farrell, ni mucho menos el Ricardo de Jamie Fox, sino el de la bellísima Gong Li, que realiza una brillante interpretación de mujer dura y sin escrúpulos cuyo personaje tendrá una evolución muy interesante, además de creible, en el desarrollo de la historia.
El director repite con canciones del grupo Audioslave (que ya utilizó en Collateral) y se mantiene fiel a esa fotografía de azules y grises tan típica de algunas de sus películas. Además, nos vuelve a deleitar con una escena de tiroteo puro y duro, muy bien construida (quien sea fan de este director opinará como yo que el sonido de las armas en sus películas es impresionante).Pero a pesar de que Miami Vice resulta entretenida y no está hecha exclusivamente para los amantes de la acción, creo que no llega al nivel de Heat (faltan actores de la talla de De Niro, Pacino e incluso Kilmer). Aun así merece la pena verla.