Hoy volví a ver la impactante obra de Shyamalan, impactante en su inicio, pero concebida desde su final, Shyamalan regresaba con este film tras el sexto sentido pero pronto sus sueños fueron aplastados por la critica, que desde el comienzo entro esperando una superproducción de acción. He aquí el grave error pues no va por ahí, no nos golpea con alta dosis de acción sino con una narración que apunta su momento más álgido en los últimos compases del film, no era el origen del héroe, era su mito, la búsqueda del hombre tras los harapos de un tipo cualquiera hasta llegar a reemplazarlo con el traje, del héroe y su meta verso, en donde el villano surge como pieza clave para que todo funcione, donde es la antítesis de nuestro héroe, el contrario en todo sentido, aquel que es distinto en ideal y en físico, porque, (y es algo que el director indio tiene presente), todo héroe viene acompañado de su oposición, o viceversa. Es aquí donde Elijah surge, no como un villano hecho y derecho sino como uno que empieza su búsqueda y como consecuencia incita la de David (Bruce Willis), donde todo se empieza a cuajar para dar forma a las dos caras del mito (y que en spoiler desmenuzo), tal vez sea fría, tal vez, pero no deja a nadie indiferente ese final y esa escena del hombre "naranja".