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Intriga. Cine negro
Fred Madison (Bill Pullman), un músico de jazz que vive con su esposa Renee (Patricia Arquette), recibe unas misteriosas cintas de vídeo en las que aparece una grabación de él con su mujer dentro de su propia casa. Poco después, durante una fiesta, un misterioso hombre (Robert Blake) le dice que está precisamente en su casa en ese instante. Las sospechas de que algo raro está pasando se tornan terroríficas cuando ve la siguiente cinta de video... (FILMAFFINITY) [+]
25 de diciembre de 2010
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras muchas semanas y meses, David Lynch por fin terminó "Carretera", era una película amena, con un principio, un nudo y un desenlace, tenía unos diálogos fantásticos, y trataba sobre la venganza de un hombre que ve como su esposa le pone los cuernos con otros, y para ello, trama un plan magistral, que ejecuta a la perfección.
Cuando hubo acabado de realizar dicha película, la metió toda en un disco duro, y justo al salir de los estudios, un escalón roto provocó que Lynch se cayera, y el disco duro se introdujera dentro de una alcantarilla, y producto de esto quedara casi inservible.
Los avances científicos lograron recuperar la mitad de la película, pero se habían perdido partes fundamentales, y los actores y actrices ya no estaban a disposición del director, por lo que había que apañárselas como buenamente se pudiera.
Entonces a Lynch se le ocurrió una gran idea, si la película no va a tener sentido, lo mejor será que tenga el menor sentido posible, y así no solo conseguimos una película sinsentido, sino que además, parece que está hecho así aposta...
Dicho y hecho, David se puso manos a la obra, cortó por aquí, pegó por allí, eliminó los excelentes diálogos, y los sustituyó por música aceptable, para que si alguien tuviese dudas de si le gustó o no, con esa música acabara por gustarle..
Tras esto, Lynch se esperaba lo peor, su carrera profesional pendía de un hilo, y hacía falta saber cual era la opinión de la crítica... Empieza a reproducirse la cinta, y los espectadores se miran los unos a los otros con claros síntomas de no entender un carajo. Al final del mismo, Lynch pide opinión y ellos solicitan reunirse en privado para hablar de la película, en esa reunión privada, los espectadores algunos no habían terminado de ver la película por haberse quedado dormidos, otros tenían una resaca encima que no podían pensar con claridad, se encontraban también aquellos que la habían visto pero no entendían un carajo, y finalmente se encontraban los más avispados, aquellos que vieron una oportunidad clara de convertirse en el centro de atención, decir a los cuatro vientos que eran más inteligentes que nadie por haberla entendido (aunque no fuera así), así que decidieron contar una historia, para justificar la película y ganarse así el aplauso y la admiración del resto...
Fue así como "Carretera", pasó a ser "Carretera perdida".
Cuando hubo acabado de realizar dicha película, la metió toda en un disco duro, y justo al salir de los estudios, un escalón roto provocó que Lynch se cayera, y el disco duro se introdujera dentro de una alcantarilla, y producto de esto quedara casi inservible.
Los avances científicos lograron recuperar la mitad de la película, pero se habían perdido partes fundamentales, y los actores y actrices ya no estaban a disposición del director, por lo que había que apañárselas como buenamente se pudiera.
Entonces a Lynch se le ocurrió una gran idea, si la película no va a tener sentido, lo mejor será que tenga el menor sentido posible, y así no solo conseguimos una película sinsentido, sino que además, parece que está hecho así aposta...
Dicho y hecho, David se puso manos a la obra, cortó por aquí, pegó por allí, eliminó los excelentes diálogos, y los sustituyó por música aceptable, para que si alguien tuviese dudas de si le gustó o no, con esa música acabara por gustarle..
Tras esto, Lynch se esperaba lo peor, su carrera profesional pendía de un hilo, y hacía falta saber cual era la opinión de la crítica... Empieza a reproducirse la cinta, y los espectadores se miran los unos a los otros con claros síntomas de no entender un carajo. Al final del mismo, Lynch pide opinión y ellos solicitan reunirse en privado para hablar de la película, en esa reunión privada, los espectadores algunos no habían terminado de ver la película por haberse quedado dormidos, otros tenían una resaca encima que no podían pensar con claridad, se encontraban también aquellos que la habían visto pero no entendían un carajo, y finalmente se encontraban los más avispados, aquellos que vieron una oportunidad clara de convertirse en el centro de atención, decir a los cuatro vientos que eran más inteligentes que nadie por haberla entendido (aunque no fuera así), así que decidieron contar una historia, para justificar la película y ganarse así el aplauso y la admiración del resto...
Fue así como "Carretera", pasó a ser "Carretera perdida".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Cuando David Lynch se enteró de que al público le había encantado sintió un placer tan grande que prefirió que a partir de entonces pudiera seguir realizando ese tipo de cine.
Al salir de lugar en donde se esta proyectando la película, David no recordaba donde se encontraba su coche, así que le preguntó al señor de la limpieza que no tenía cejas, y posiblemente tampoco párpados, además de una cara maliciosa, y éste le contestó:
-¿Su coche es azul?
-Sí, sí, es ese
-¿Es un Audi?
-Sí, sí, ¿sabes donde está?
-¿Su matrícula es 4567AAA?
-¡El mismo! ¿Dónde lo recojo?
-Lo siento, pero no he visto ese coche en mi vida
Y fue así, como David Lynch probó aunque solo fuera una vez, su propia medicina.
Al salir de lugar en donde se esta proyectando la película, David no recordaba donde se encontraba su coche, así que le preguntó al señor de la limpieza que no tenía cejas, y posiblemente tampoco párpados, además de una cara maliciosa, y éste le contestó:
-¿Su coche es azul?
-Sí, sí, es ese
-¿Es un Audi?
-Sí, sí, ¿sabes donde está?
-¿Su matrícula es 4567AAA?
-¡El mismo! ¿Dónde lo recojo?
-Lo siento, pero no he visto ese coche en mi vida
Y fue así, como David Lynch probó aunque solo fuera una vez, su propia medicina.