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Voto de Luigi De Angelis:
6
Drama. Comedia La adolescente Kimberly Joyce (Evan Rachel Wood), hija de un empresario racista y adicto a los estupefacientes (James Woods), se ha propuesto ser actriz y alcanzar la fama por encima de todo, sin reparar en los medios para conseguirlo. Así, con el fin de salir en los medios de comunicación, planea con dos compañeras de colegio una encerrona para acusar a un profesor de abusos sexuales. (FILMAFFINITY)
27 de enero de 2009
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las “comedias teen” tienen cierto gancho y con los elementos adecuados pueden ser hasta recomendables, como ejemplos cito “Clueless” de Amy Heckerling y “Mean Girls” de Mark Waters. Con “Pretty Persuasión” tenga cuidado, yo ni siquiera me atrevo a llamarla “comedia teen”, es demasiado transgresora y cruel para que dicha etiqueta le corresponda.

Skander Halim escribió el guión, el cual es una visión caricaturesca y perversa de la vida colegial en Estados Unidos, una burla mordaz del “sueño americano” y una crítica social con agrio sabor a sátira. La historia es acerca de Kimberly Joyce (Wood), una chica de quince años con cuerpo ardiente y cerebro brillante, quien en compañía de sus amigas, Brittany y Randa, acusa a su profesor (Livingstone) de acoso sexual con dos propósitos exclusivos: 1) Ser una actriz famosa y 2) Vengarse de quien le robó el amor de su vida.

Evan Rachel Wood, con talento y una presencia arrolladora, domina el terreno que pisa, intimida, es completamente malvada pero también tan atrayente que no resulta en lo absoluto extraño que vaya por la vida seduciendo y manipulando a todos quienes la rodean con tal de lograr sus propósitos.

La dirección de Marcos Siega sin ser magistral resulta oportuna, le proporciona a la película cierto encanto malévolo y la cuida de lo burdo y lo trillado.

A veces flaquea y no siempre consigue ser una crítica legítima (como “American Beauty”, por ejemplo) pero igual es muy divertida y oscura por lo que usted reirá con cargo de conciencia, es como si “Mean Girls” (que disfruté muchísimo) hubiese crecido y ahora es menos condescendiente, más cruda, más desinhibida y muchísimo más “mean” (mala/perversa).
Luigi De Angelis
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