Haz click aquí para copiar la URL
España España · Alicante
Voto de versoddk:
7
Romance. Drama Ésta es la difícil historia de un chico que trata de olvidar a una chica, sobre todo porque ella, de la que se acaba de separar, vuelve a su memoria una y otra vez asociada a todos los recuerdos de su vida. Esta situación llega a tal punto que el chico tiene la sensación de que todas las canciones de amor hablan de ella. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2010
36 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gusta que la ópera prima de un director trate sobre personajes de su misma generación, en los que quede reflejado el propio director, que en este caso además firma el guión. El protagonista es Ramiro, un hombre de unos 29 años (la edad de Jonás Trueba) que ya acabó su carrera de filología pero aún no se ha instalado en un trabajo de futuro. Además, lleva consigo el lastre de haber roto con su pareja tras seis años juntos, con la que tendrá varios encuentros a lo largo de la película.

Como espectador he visto al protagonista como un tipo que me cae bien, pero sin meterme en su piel. Tal vez porque no tiene un objetivo claro y acepta su futuro tal como le llegue, como si él también se viera desde fuera. La historia está contada según el punto de vista de Ramiro, y su condición de filólogo es excusa para colar varias frases literarias, y para que Jonás no tenga miedo de filmar la palabra. De hecho, hay voz en off en momentos puntuales, en los que a veces desconecté, pero volví pronto porque la historia en general mantiene el interés y la suficiente dosis de realidad que suele faltar en las películas que hablan de amor. Las referencias a otros autores de diversas ramas son muchas, por ejemplo me encantó el momento en que se juntan Milan Kundera y Franco Battiato, cuya canción "La estación de los amores" justifica de algún modo el título de la película. Es cine de autor y Jonás se permite ambientar una escena de discoteca con una canción de Nacho Vegas ("Crujidos"), y le queda bien.

En cuanto a la dirección, opta por planos largos y encuadrados con mucha intención, en los que deja a sus personajes hablar y ser ellos mismos, consiguiendo unas interpretaciones muy buenas y naturales. Un punto fuerte de la película son los personajes secundarios, que se utilizan como contrapunto humorístico, y es que el humor se deja caer constantemente a pesar de la sensibilidad de la historia principal.

A las claras puede verse que a Jonás Trueba le gusta escribir, le gusta el cine y le gusta dirigirlo, por lo que creo que esta es una notable ópera prima que augura el inicio de una bonita y personal filmografía.
versoddk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow