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España España · pobra
Voto de jesus:
7
Drama Narra la historia nunca contada de tres brillantes mujeres científicas afroamericanas, Katherine G. Johnson (Taraji P. Henson), Dorothy Vaughan (Octavia Spencer) y Mary Jackson (Janelle Monáe), que trabajaron en la agencia espacial NASA a comienzos de los años sesenta (en plena carrera espacial, y asimismo en mitad de la lucha por los derechos civiles de los negros estadounidenses) en el ambicioso proyecto de poner en órbita al astronauta John Glenn. (FILMAFFINITY) [+]
22 de enero de 2017
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos escenas en esta película que llaman mi atención por encima del resto. Escenas que no se hasta que punto fueron verdad pero que al menos una queda muy bien, consiguiendo uno de los momentos más emocionantes de ella. La otra no discuto su veracidad, pero la forma de contarla suena a fantasía Made in Hollywood. La más increíble sucede al principio de la película cuando un policía blanco, gordo y mal encarado escolta a tres civiles negras a la NASA, al saber que ellas trabajaban allí (El policía era racista pero no hasta el extremo de Torrente, ya que este se hubiera supuesto que esas tres mujeres trabajaban en la limpieza y no en puestos importantes) y me es difícil de creer. La otra ocurre a mitad de la película cuando el personaje de Kevin Costner, jefazo de la NASA en el proyecto de poner a un hombre en órbita, la emprende a martillazos con el cartel que prohíbe a las mujeres negras usar el mismo servicio que las blancas, como si estas orinaran distinto o la orina de las blancas oliera a rosas y la de ellas no; arrancando de cuajo toda segregación racial que hubiera en las instalaciones de la NASA. Posiblemente también sea una licencia de la película, pero este que estaba mirando no pudo evitar la emoción.

La película cuenta la historia de tres mujeres negras que contribuyeron de gran manera a que la carrera espacial en América fuera más puntera, llegando a superar a sus enemigos los comunistas (En los 60 lo tenían todo, los comunistas se los querían comer; los negros manchaban sus urinarios, ¡Pobres americanitos!). El principal problema es que, de esas tres mujeres, una de ellas su historia es casi inexistente; acaparando todo el interés la supervisora (bueno, la no supervisora) de las calculadoras, y sobre todo la calculadora mayor, que entrará a formar parte del equipo principal, a pesar de todo el racismo que había en esa institución.

Una de las cosas que más me sorprende es ver como mujeres blancas trataban como seres inferiores a otras solo por el color de su piel, aparte de la envidia que sentían al no tener ni la cuarta parte de inteligencia que aquellas tenían.

Película más interesante que buena (que no mala) pero necesaria, como tantas otras, para conocer y saber parte de las atrocidades que se cometían (y por desgracia se siguen cometiendo) en América por culpa del color de la piel. Podemos mirar para otro lado, pero eso no significa que no existan.
jesus
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