Emma Stone es, junto a Scarlett Johansson, la única actriz de la etapa mas reciente del cine de Allen que repite dos veces seguidas en su filmografía, y yo se lo agradezco. Las dos salen (lo son) guapísimas en sus películas y las dos están (lo son) estupendas como actrices en sus películas. Aparte que las dos me ponen muy burro.

Claro está que en esta película no es Emma Stone la que lleva la voz cantante, ni es de los mejores personajes femeninos escritos por Allen como podría ser la Cate Blanchet de Blue Jasmine, ya que esa faceta le corresponde al hombre irracional del título. Un Joaquin Phoenix que vuelve a hacer otra buenísima interpretación y que volverá a quedarse sin oscar, incluso sin nominación.

El personaje de Phoenix no deja de ser la repetición de otros personajes de las películas de Allen con sus pesimismos, sus "la vida es un asco" y su tía buena rondándole extasiada por su visión de la vida y su cultura superculta. La tía buena también es repetición de otros personajes de sus películas y el tono de la misma ídem, pues aunque cambie la historia, Allen siempre cuenta lo mismo. Y que siga así por mucho tiempo.

El pesimismo del personaje de Phoenix cambia después de cierta situación que, aunque es genial el momento en que Phoenix hace lo que tiene en mente. Sólo por ese momento en que se va de "la escena del crimen" merecía ya que le dieran el oscar directamente. Aunque me parece un poco metido con calzador la forma en que se enteran y que es lo que dará el giro a la historia, giro que la asemeja a "Extraños en un tren" de Hitchcock, y por la que pasará de ser una persona asqueada de la vida a una persona pletórica y llena de energía.