Alex de la Iglesia por norma general es un director interesante en cuya filmografía se pueden encontrar películas muy buenas (Muertos de risa, El día de la bestia, Crímen ferpecto), un termino medio (Acción mutante, La comunidad) y rematadamente malas (800 balas, La habitación del niño). Perdita Durango entraría dentro de las rematadamente malas, uno no puede más que preguntarse en que se fue todo el presupuesto de esta película, desde luego que no en maquillaje o vestuario, tampoco en efectos especiales, y mucho menos en decorados, ¿quizás en pagarle el cheque a la mediocre Rosie Pérez actuando en el que fue su canto del cisne en la industria cinematográfica? Puede ser, de cualquier manera es impensable que detrás de una película tan mediocre y tan penosa haya tanto dinero y tanta gente. Quizás Alex se pensaba que iba a hacer otro Asesinos natos y al final lo que le ha quedado es un Asesinos natos pero en versión Walt Disney. En cuanto a los actores, todos horribles del primero al último y para más inri, Rosie Pérez cuyo personaje da nombre a la película no es ni siquiera protagonista, más bien diría que no aparece en pantalla más que James Gandolfini o los jovenzuelos raptados, en resumen su personaje es secundario y el único protagonista es Javier Bardem.