El director de obras como A quién ama Gilbert Grape y la reciente Siempre a tu lado Hachiko de hace un año prácticamente ha vuelto a saber lo que mejor se le da, una película con sus altos y sus bajos, pero que acaba siendo una cinta transmitidora y segura de sí misma. Querido John parte de una novela creada por el exitóso escritor Nicholas Sparks, creador de novelas como Mensaje en una botella o La última canción, ésta última llevada a la gran pantalla igual que la anterior.

La historia se centra en un jóven llamado John (Channing Tatum) que se encuentra de permiso una temporada tras haberse alistado en el ejército. Aparece una chica estudiante en su vida para cambiar toda la tristeza y soledad que ha marcado su camino anteriormente. Pronto, después de vivir un intenso romance, John tendrá que separarse de Savannah (Amanda Seyfriend), la chica de la cual se enamora. Intercambiarán impresiones en las cartas donde se escriben mutuamente a lo largo de la separación, para asi evitar los duros obstáculos que se les presentan.

Mayor parte de la película todo parece un convencionalismo supremo hasta que Lasse Hallström sabe como dejar todo lo anterior olvidado para conseguir emocionar al espectador. Chico conoce a chica, chica conoce a chico, historia de amor insuperable y después lo que todos prevemos, duras circunstancias para que el amor sea el protagonista de todo. Pero en Querido John más que el amor nostálgico que viven los protagonistas, causa más interiorismo la relación que mantienen el padre de John (Richard Jenkins) con él propio John. Lo más vivo de este filme puede ser perfectamente la profundidad del personaje de John aunque el director no lo explote en todos sus aspectos, y en el apartado técnico, imágenes bien ejecutadas junto a una melancólica partitura musical. Por lo demás poco más que añadir ya que sus actores no son lo más destacado junto a la referente historia de amor que tampoco termina de allanarse en todos los sentidos.

Channing Tatum no termina de encajar en su papel exacto que le de un verdadero reconocimiento, porque maneras se le ven y solo le falta algo más de experiencia y madurez. En la película va de menos a más, pero tras esa irregularidad es imposible que dé lo mejor de si mismo ya que no realiza un trabajo completo al no transmitir del todo el puro sentimiento que le ordena sus personaje. Amanda Seyfriend, la futura cenicienta en la película de carne y hueso que se hará sobre el cuento de Walt Disney, puede considerarse que esté a la altura en todo momento y cuando la cinta lo necesita ahí está ella para darle ese toque de seguridad al filme. Entre Henry Thomas, aquel niño que entusiasmaba a tanta gente por E.T. y Richard Henkins, me quedo con el segundo sin duda alguna, ya que es el exponente del sentimiento que recobra el filme según avanza el metraje.

Abajo sigo con la crítica.