Una historia demasiado compleja y simple para uno de los mitos más famosos en el cine de aventuras. No entiendo muy bien cual era el cometido de esta película porque llevar otra vez a la gran patntalla a Robin Hood es una hazaña complicada después de todas las anteriores versiones del príncipe de los ladrones. Y es que esta nueva aventura escasea, a parte de la falta de acción y de un guión mejor elaborado sus actores intentan dar lo mejor de sí mísmos pero aunque lo consiguen a media altura no pueden llegar a ese clímax como para que salgas del cine satisfecho cien por cien. Incluso hasta su duración que no es corta, más bien extensa los productores se podrían haber ahorrado algun minuto que otro.

Ridley Scoot nunca falla, su estética, su buen hacer detrás de las cámaras, salva este nuevo trabajo al lado de un Russell Crowe que después hablaré de él como de los demás actores. Intenta profundizar en los personajes pero no lo consigue. Acierta en las localizaciones pero cambia constantemente el ritmo de la cinta trasladándonos de un sitio a otro. Aún asi se nota la mano de uno de lo directores más dotados profesionalmente en esto del cine.

Un elenco interesante, con un protagonista que logró sorprendernos con aquella obra grandiosa llamada Gladiator, y es que Crowe no está en su mejor papel pero como siempre intenta y consigue a la perfección doblegar a los demás interpretando a un Robin Hood algo light pero convincente. Luego está Cate Blanchett que con su belleza consigue trasladarnos a traves de la pantalla esos planos tan maravillosos y nos regala una aceptable participación. Y el tercero en discordia destaca por si solo, Mark Strong nos deleita con una actuación como pocos pueden hacerlo interpretando al villano y dándole ese toque de tiranía sin ninguna fisura.

En definitiva, un film que prometía ser obra maestra y que está lejos de llamarse así, con la última colaboración de dos monstruos de esta industria, una historia algo compleja y con escasas dosis de buen cine, una fotografía notable y música raspando el aprobado. Como inicialmente había pronunciado, no es suficiente.