Primer capítulo y ya se puede apreciar las intenciones de los creadores, repetir un esquema muy manido: personaje femenino "empoderado", que se traduce siempre por ponerlas bordes, "graciosas" (ofensivas) y centradas en sus carreras profesionales (cualquier cosa que huela familia lo consideran opresivo). Parece mentira que en los años 80's y 90's supiesen escribir papeles de mujeres fuertes mucho más ricos e interesantes, como Ellen Ripley en Alien, o Sarah Connor en Terminator 2 (y sí, el cómic es de esa época, pero me juego el cuello a que no tiene tanta basura "woke".

En cuanto a nivel técnico, abuso de un CGI cutre y un sonido nada destacable.

A ver cómo avanza la serie en los próximos capítulos, pero pinta a que acabará como la mayoría de las nuevas series de Marvel/Disney+, contenido mediocre para satisfacer a los más fanáticos y completamente olvidables.