Cansad@ de las películas de Disney en las que el amor es el centro, la periferia y los arrabales de toda la trama? Pues he aquí una gran historia religiosa basada en hechos ¿reales? que transmite muchos valores, por lo cual recomiendo su disfrute. Bien es cierto que el nivel de muchos de sus números musicales no alcanzan la maestría de Disney y que para niños pequeños puede ser un poco complicada de seguir, puesto que al querer atraer también a un público adulto, alterna momentos de gran dramatismo con escenas excesivamente poco transcendentales lo que la puede penalizar y que ninguno de los dos nichos a los que va dirigida terminen de identificarse con ella, pero el esfuerzo realizado para mezclar ambos mundos es muy loable, y a parte merece ser destacada por la forma en la que está narrada, algunos efectos visuales y su banda sonora, muy lograda por cierto. Pero para mi, el mayor éxito de la película es la paz y serenidad que transmite y que hace que hasta te entren ganas de tener fe y todo.