Qué decepción con esta película. Otra vez me guío por críticas y puntuaciones de espectadores, voy con ilusión a ver una "buena comedia de Allen" y me llevo el batacazo.

Más de lo mismo o el enésimo autoplagio del cliché Woody Allen, pero en versión desfasada, pasada de moda. Por momentos crees estar viendo un film suyo de los 70, muy teatralizado, con pocos personajes y demasiados diálogos (diría incluso monólogos), frases tan largas y continuas que son difícilmente asimilables como para resultar entretenidas o graciosas, sobre todo por la manida repetición y martilleo constante de las recurrentes, cansinas obsesiones y tópicos del director.

El personaje protagonista, o sea, Woody Allen en el cuerpo de Larry David, es absolutamente cargante, desagradable e insoportable. Y esa verborrea incontenible de cotorra que pretende ser "aguda", intelectual y trascendente en todo momento, pero que no pasa de pedantería molesta, carga mucho y terminas por desconectar y aburrirte.

Además, el argumento es poco o nada creíble, porque aunque pretendiera hacer una fantasía de la vida cotidiana, no llega a convencer en ningún momento. La película gana algo cuando aparecen nuevos personajes, hay alguna situación mínimamente graciosa y quitan un poco de en medio al pesado y ególatra protagonista, cerca ya del final. Pero las situaciones son tan poco creíbles que la película naufraga sin remisión.

Woody Allen es otro director en decadencia desde hace ya mucho tiempo (con alguna excepción como Match Point), y el hecho de sacar una película por año no ayuda. Sería preferible que se tomara sus descansos y sacara cine de calidad en lugar de hacer películas como churros, explotando por enésima vez las mismas pajas mentales. Claro que si luego los críticos y la gente aun así le responden, para qué molestarse.