Moraleja de la peli:

Caso 1: si obligas a tu novio a casarse contigo presionándolo para conseguir tu compromiso de por vida con papeles, éste al final se siente agobiado y te engaña con la primera Johanson que se le cruce en un supermercado.

Caso 2: si dejas a tu novio porque no se quiere casar contigo pero al final decides no pasar por el aro que todos pasan y vivir simplemente junto al hombre que amas, éste al final te premiará con tan esperado enlace con vestido blanco de por medio.

En el mundo real, lo que sucede es que el tío que se casa presionado por su novia de siempre, en realidad descubre que su vida de casado es placentera y agradable y que lo mejor que ha hecho en su vida es casarse con esa mujer. En cambio, si dejas a tu novio porque no se quiere casar contigo, al final no esperes que las cosas se solucionen y el acabe pidiéndote en matrimonio de una manera romántica y original para que puedas darle el sí quiero. En realidad, el tío se quedará tan tranquilo pensando que se ha quitado a una psicópata de encima.

Por supuesto, esto es justamente lo contrario de lo que sucede en la peli.