Segunda película del sueco Hallstrom ("Mi vida como un perro") en Estados Unidos tras "Querido intruso". Pese a su muy comercial reparto (con un Di Caprio nominado al Oscar por su interpretación -nada excepcional- de un joven disminuido psíquico y la fastidiosa presencia de Juliette Lewis) se adivinan señas de identidad propias en la película, en aras de lograr un retrato que se aleje un poco de los convencionalismos al uso. Sin embargo, la película, con ser una historia fascinante, mezcla de nostalgia, intimismo y vitalidad, no logra pasar de ser una mera buena película cuando pudo ser brillante e inolvidable. Johnny Depp, admirado y admirable actor, vuelve a incorporar otro de esos heroes cotidianos soñolientos y nostálgicos; además, hay una memorable participación de la hiperoronda Darlene Cates, hay un amargo sentido del humor, hay ternura y sentimientos, hay personajes que nos resultan próximos y a los que entendemos. Pero ¿por qué no me llena la película, me queda a medias, solo me gusta, y no me eleva como sin duda hubiera podido hacer?. Eso lo llamo yo decepción.