Las tres vacas sagradas del cine USA moderno (el cuarteto lo cerraría De Palma; para mí de los tres solo Allen merecería por calidad y cantidad tal calificativo; Scorsese es un gran cineasta cuyo defecto es dilatar sus películas; Coppola pudiera ser un genio al ser capaz de realizar engendros al lado de obras maestras, pero no creó que sea acreedor a tal epìteto) se reunieron en este film de episodios que toma como punto de partida/excusa la ciudad de Nueva York, lo cual era ya de entrada una ventaja para Allen al jugar de local, ventaja ratificada al ser el suyo el mejor episodio.
Scorsese realiza con "Apuntes al natural" un trabajo con elementos comunes (en distinto género) a su espléndida "Jó, qué noche" dónde se refleja de modo notable la neurosis del artista, su soledad, con una historia de desamor al fondo entre éste y su discípula.
"Vida sin Zoe" es el de Coppola, episodio harto aburrido, insustancial e insignificante, que nada cuenta y dónde ni siquiera cabe hablar de un producto digno tal es la mediocridad a todos los niveles de tan hueco episodio. El autor de "El padrino" comenzaba una decadencia de lo más acusada y dónde las escasas opciones que le da la industria de realizar sus ambiciosos proyectos no son coartada para observar una etapa de muy discreta calidad cinematográfica (¿será que los autores no son capaces de hacer cine "comercial"?), además de que aquí Coppola tuvo libertad para hacer lo que quiso.
Por último, Allen retoma sus orígenes en "Edipo reprimido", otro magnífico e imaginativo relato de obsesiones con las que el autor de "Hannah y sus hermanas" siguió demostrando una inagotabilidad creadora asombrosa.
Lo que queda claro tras la película son los tres estilos inequívocos de los cineastas, para bien o para mal.