Una mujer joven (Bosch) regresa al pueblo de su niñez -Cerralbos del Sella- para oxigenar y olvidar su reciente y trágico pasado (acaba de perder a su amante, un pintor antifranquista, en la Guerra Civil). Dice Rodríguez Marchante que esta película "es una road movie contradictoria y virtual pues solo viaja el pensamiento". Y qué bien. Toca techo Garcí con esta película, literalmente ejemplar desde cualquier postura y punto de vista. Influenciado eternamente por gente como Ford, Sirk, Dreyer, McCarey o Erice, Garcí hace una memorable y maravillosa reflexión sobre el reciente pasado y adopta una pose dicen que conmovedora pero que la conserve muchos años: es mirar hacia atrás sin ira. Y qué bien. "You´re the one" es un modelo ética y estéticamente, una lección de reconciliar extremos y rencores con toda naturalidad, sin afectaciones ni pretensiones, con levedad, armonía, sutileza, profundidad... Y con qué sencillez. Todo escondido en un sentido y emocionante melodrama atemporal (es una historia de entonces, sí, pero de siempre) que se cierra sobre sí misma en cine mágico y milagroso: es una obra del 2000 pero su alma, su esencia, su espíritu es de los años 40 (qué desafiante y soberbia fotografia en B/N de Raúl Pérez Cubero). Cualquier admirado maestro del compulsivo cinéfilo Garcí firmaría con todo los honores semejante obra de arte. Garcí, por fin, estalla todo su talento, hace la película de su vida, su obra soñada y eleva su nombre a la categoría de maestro. Hay toneladas de madurez creativa aquí, hay un perfecto conocimiento de lo que se quiere contar y cómo se quiere contar,, hay regueros autobiográficos (el maravilloso niño Manuel Lozano es el propio Garcí niño transfigurado). Así, Garcí conjuga y simultanea registros y tonos en estado de gracia, logrando un equilibrio sublime entre todos sus elementos. De obra posiblemente resbaladiza pasa a ser un trayecto -qué gran guión- por el que todos queremos resbalarnos, todos quisiéramos ser protagonistas.
Garcí, insisto, mirando hacia atrás sin ira como Erice en "El espíritu de la colmena", por ejemplo, capta a la perfección la herida abierta por la guerra, el ambiente rancio y prepotente de posguerra, la escuela, el mar, el clima, el cine bar, la iglesia, y cura esa herida, que no quepa ninguna duda. Y para ello, un plantel de actores excepcionales en estado de gracia desde Lydia Bosch hasta Marisa de Leza, con memorables papeles de Julia Gutiérrez Caba, Juan Diego o Iñaki Miramón. Sin duda, una delicia para la vista, para el corazón, para el alma, para seguir viviendo.