Miyazaki es un valor seguro. Su gran capacidad fabuladora, que le hacen cruzar con ligereza y fluidez un contexto mágico/legendario, con la fantasía épica y el romanticismo lírico hacen de él un autor fundamental del cine de animación. "La princesa Mononoke" es otro excelente ejemplo de ello: desde el primer minuto te sumerge en su historia y te enchufa a su interruptor, con un barroquísimo argumento lleno de peripecias, no todas de la misma calidad o acierto bien es cierto, dónde el meollo central es una apasionante lucha/equilibrio entre la naturaleza del hombre encarada a una Naturaleza, que paradójica y logicamente, tiene que adoptar aspecto humano para defenderse. A disfrutar.