La decadencia de Bajo Ulloa no parece tener límites. Con "Rey Gitano" ejecuta una anarcorevolucionaria comedia gamberra que satiriza (o pretende) a las dos Españas, tirando por la borda lo mejor de la película: su reparto, especialmente Elejalde y Manquiña. A pesar de ello, surgen brotes verdes de su actuación pero ante tal caos y tal montaje sin hilazón ni cuerpo, todo queda fulminado hasta llegar al precipicio de lo chusco y la vergüenza ajena, en una vulgaridad de principiante que mezcla sin más criterio Torrente, Waters y, por supuesto, su éxito "Airbag" (obra maestra al lado de esto). Bajo Ulloa se ha empeñado en suicidarse y miedo da su próximo proyecto.

P.D.: lo de Carlos Marañón es de traca...