Primera película de Juan Carlos Fresnadillo tras su aclamado corto "Esposados". Es una película peculiar y muy sugestiva, dónde su textura y complejidad no es nada gratuita ni abstracta, resulta cuantificable y tangible.
Parte de un argumento enrevesado y laberíntico que pivota en torno a 5 personajes, todos ellos tocados por el don, el estigma, de la buena suerte, de ser unos protegidos; comienza el juego y sólo uno de ellos quedará intacto, apostando todos ellos también su gran virtud: robar a los demás su buena suerte.
Fresnadillo construye una película sólida, con atmósfera de thriller y fábula fantástica, que denota un cineasta que pretende una senda propia y que sale casi sin rasguños, intacto, pues, de su osada primera peripecia en el largometraje.
Hay una excelente dirección de actores y un uso magnífico de la fotografía y de los escenarios: el bosque, el paraje desértico dónde se ubica el casino, los sótanos de éste...Hay, por lo tanto, un cineasta con mucho que decir, quizás hasta demasiado, pues puede ser esta ópera prima la más reveladora y creativa del cine español reciente - que no la mejor, no confundamos -, desde "Vacas" de Julio Medem.