Un joven, inquieto y timorato investigador (Depp) acude al pueblo de Sleepy Hollow para descubrir las extrañas muertes de varias personas que han aparecido con la cabeza cortada. Allí se encontrará un entorno sibilino y variopinto y con la leyenda de que el asesino se trata de un jinete sin cabeza, quién acude del más allá para vengarse de su propia muerte.
Burton combina el más puro cuento de hadas, con la irrealidad mágica y fantástica, así como el terror inspirado en las leyendas populares, el vampirismo y el sello romántico consiguiendo un excelente film dónde no hay respiro y se desborda imaginación e imaginería a toneladas, dónde los actores son unos guiñoles en ésta, al tiempo, fascinante y fascinada fantasía cinéfila, llena de la sofisticación e impecable buen gusto de su autor.
Servida por un estupendo guión del admirable Andrex Kevin Walker ("Seven") y coproducida por el inefable Coppola (Burton, eso sí que no, no toma para nada como modelo su horrible "Drácula" como alguien ha dicho por ahí), tiene un uso de los decorados excelente, una fotografía magistral y una composición y diseño estéticos de hermosa oscuridad y tetricismo. Sin duda, una de las más estimulantes películas de terror en mucho tiempo.