Un ejecutivo de una empresa informática es acosado sexualmente por una mujer, ahora su nueva jefa, con la que tuvo un sórdido romance años atrás. El sempiterno, absurdo e insoportable artefacto comercialoide del cine USA actual, en el que el cine hueco y de pura fórmula de refritos tiene su taquillera plasmación en una historia líneal, falsamente compleja (aquí una subtrama informatizada unida al tema del acoso sexual en el trabajo, que no interesa a nadie), en la que el star system coloca a los cotizadísimos y comodísimos Douglas y Moore repitiendo los papeles que han hecho durante toda su carrera, en un guión que no existe, surgido de la adaptación de un best seller de Michael Crichton y una realización plana y servicial, impersonal y gratuita del alguna vez interesante Levinson. El resultado: un film directamente estúpido y oportunista, que para más inri presenta una variación del tema del acoso (el acosado es él) que no es sino una coartada ideológico-moral para mostrar un machismo y reaccionarismo intolerables. Eso sí, la señora Moore está estupendamente buena.
Un bodrio más en el escandaloso decaímiento del cine de Hollywood de su época.