Ahora que, por fin, y cuasiunanimemente considerada, ha alumbrado Almódovar una obra maestra madura, equilibrada, y profunda, es hora de advertir la enorme importancia que el título previo del director tiene en ello. "Carne trémula" es una película discreta, muy fallida, con baches narrativos y defectos estructurales, pero allí está la semilla, el espermatozoide que fecunda el talento del manchego para sin renunciar jamás a sus señas de identidad (sentido del humor, personajes femeninos, pasión desaforada por el melodrama, canciones tristes, decorados y vestuario colorista...) producir un punto de inflexión a su obra: allí quería enseñar al mundo sus credenciales de cineasta y aquí las compulsa de manera magistral. Ha llegado Almodóvar a la madurez con este film. No hay coartadas de exceso, ni un deliberado afán por impresionar, ha asumido hasta la médula sus influencias (Sirk, Fassbinder, Cassavettes) y ha llegado a la meta de su segunda etapa. Es Almodóvar un cineasta con estilo propio (para mí siempre lo tuvo) e intransferible, es un maestro de su arte inequívocamente almodovariano. Y llegó la unanimidad de elogios hasta de muchos que le negaron el agua y el pan. Puedo asegurar que esta película de increíble y asustadizo argumento (si se la cuentas a alguien puede huir despavorido) no solo ha entusiasmado a su "troupe" de seguidores, sino también ha arrebatado a muchos de sus detractores. Por ello, he aquí, la obra más madura, profunda, triste ( la muerte de su madre), divertida, compleja y transparente película de Almodóvar. He aquí un ramo de soberbias interpretaciones femeninas (de la exquisita Roth a la breve Candela Peña), he aquí un memorablemente natural paseo de la risa al llanto, he aquí un demencial argumento dónde se cruzan vida y muerte, sida, una monja embarazada de un transexual sidoso, más transexuales, lesbianismo entre actrices de teatro, que fluye con majestuosa naturalidad y realismo cuando en manos de cualquier otro sería algo meramente graciosillo cuando no un bodrio; he aquí temas almodovarianos frecuentes tratados mejor que nunca (cómo los desconocidos nos ayudan y acaban siendo la auténtica familia, siempre se está obligado a seguir adelante cuando crees que el suelo se abrirá bajo tus pies...); he aquí un empleo sobresaliente, conjuntado y muy complejo del color y los decorados y vestidos; he aquí una escalofriante aportación especial del inalcanzable Fernán Gómez; he aquí un homenaje cultural al Teatro, a Bette Davis, a Gena Rowlands, a "Eva al desnudo", a las actrices, a Tennessee Williams, a "Un tranvía llamado deseo", a los hombres que quieren ser mujeres y viceversa, a todas las personas que quieren ser madres. He aquí un homenaje a su madre. He aquí, por último, la madre, la maravillosa madre de toda la obra de Almodóvar. Hijos tendrá. Estoy seguro, pues los pechos, la leche, los abrazos, los mimos de esta madre son perfectos para criarlos. Me alegro por Pedro: ya es madre de una obra maestra.