Desacreditada pero no desdeñable comedia ambientada en el madrileño barrio gay de Chueca: asume su condición de comedia negra de débil guión y falta de pretensiones, pero acaba teniendo algo que la hace graciosa y que engancha, hasta algún gag bastante afortunado. No cae en el petardeo chabacano ni en el humor grueso de saldo y sus influencias de Almodóvar, De la Iglesia ("La comunidad") y hasta Polanski indirecta y fácilmente (el título, obvio) son más afortunadas que desnortadas. Los personajes de Sardá (lejanamente recuerda a la McDormand de "Fargo" incluso) y Velasco tienen su jugo, y su heterogéneo y desigual reparto funciona con complicidad, dentro de las limitaciones actorales de cada uno. El tándem de guionistas Sabroso/Ayuso las tiene muchísimo peores. Fracasó, empero, quizás por autoetiquetarse desde el propio título.