El hijo de un matrimonio formado por un escultor (Neeson) y una pediatra (Streep) es acusado de un asesinato brutal, el de una chica con la que mantenía relaciones.
Excelente película que combina géneros con sultura y eficiencia, tal es así que sobre el papel desarrolla un thriller judicial/policiaco, pero en la práctica todo se narra según los cánones del melodrama familiar, sin que la película se resienta por ello, más bien al contrario, pues la aporta complejidad y una variedad de vértices a la historia que la hacen muy notable.
Muy sólida, cuenta con un gran guión a través del cual toda la película está muy bien armada en lo más relevante que se esconde tras ella: el tapiz de dilemas morales que se plantea para todos los personajes (spoiler).
La película es abierta y diáfana a este nivel, no aporta tesis alguna, sigue planteando las dudas de hasta qué punto merece la pena una vía o la otra. Lo que está claro es que una vida puede cambiar en el instante más inesperado. Magníficas interpretaciones.