Es un remake de una película francesa y el autoral, a veces complejo y otras veces caprichoso Egoyan se pone a la faena con aplicación, soltura y lucidez, construyendo un más que gustoso melodrama psicológico, que hace una mixtura muy reconocible entre Hitchcock y Polanski.
"Chloe" está escondida bajo el supuesto brillo de aclamados títulos de Egoyan (me cuesta horrores conectar con ellos) pero estamos, sin duda, ante una "pequeña" película de encargo prácticamente muy bien contada (notable guión de Wilson) y que profundiza convincentemente en temas psicológicos, sexuales e identitarios, creando un puzzle dónde todo encaja, en una atmósfera entre el suspense puro y lo más mórbido y malsano, que se salda muy gratificantemente. Referencias al "Vértigo" o "La ventana indiscreta" de Hitchcock o al "Lunas de hiel" de Polanski. Pero no es un refrito. Es un Egoyan más accesible y sencillo, aquí sí me turba y llega. Yo sigo siendo el mismo extraterrestre que no huele la genialidad en sus perlados títulos y queda embaucado, sin embargo, por semejante películilla.