Hete aquí otro de los puntales del gran (este sí que de verdad) año 1999 del cine español: la estupenda, sobrecogedora y emotiva ópera prima del sevillano Benito Zambrano, un drama intergeneracional madre/hija apoyado en soberbias interpretaciones de la pareja femenina (Galiana/Fernández) en una película de honda credibilidad y autocreencia en sus posibilidades. "Solas" es un retrato muy amargo, muy lúcido, muy sencillo, muy sobrio y por todo ello muy bueno de un ramillete de graves cuestiones de ahora y de siempre (la soledad, los problemas familiares que hacen que un desconocido vecino sea más apoyo que el propio cabeza de familia, el paro, la incomunicación, el desamor, el rencor...). "Solas" tiene una relajada puesta en escena a la vez que muy intensa, muy cercana a los personajes, a los que la cámara quiere, mima, escruta, analiza, zarandea y engrandece. Zambrano sabe muy bien lo que quiere hacer con el material que tiene entre manos y así logra hondos escalofríos de gran cine entre los tres personajes esenciales de la historia. Y así llega a las dotes de maestro narrador. Y así llega a la obra maestra, también. Y así transmite un calor dramático que te deja pensativo, helado, pero contento. Maravillosa película.

P.D.: Sé que hay que ser reacios ante la ópera prima de un director a la hora de calificarla de obra maestra. Orson Welles sólo hubo uno, de acuerdo. Pero que no nos cuenten milongas si "Solas" no es o casi una obra magistral, porque sea la primera película de su director. Hay montones de casos que la primera película de alguien fue la mejor. Y después de verla dos veces "Solas" es una obra maestra.