Cuando veo películas de terror actuales, muchas veces, acabo preguntándome "¿Por qué narices le dan más importancia al montón de recursos efectistas que a elaborar un argumento y un guión con buen ritmo y redondo?
Aquí no tenemos ninguna excepción.
Las investigaciones de los Warren son muy interesantes, y daban para muchísimo más. Lo que nos ofrece Wan es un batiburrillo mediocre y mal montado de una historia verdaderamente espeluznante. (La muñeca Annabelle existió de verdad y solo se les ocurre incluirla de mero adorno)
Los tres cuartos de la película transcurren con lentitud (con pocos momentos tensos, subidas de volumen y algún que otro sustillo) y el final está contado a toda pastilla, rozando el absurdo. "¿Y así acaba todo...? pues vaya."
No entiendo porqué se le está dando tanto bombo. Mala no es, pero buena tampoco (ni de lejos). Tendrá algún tinte old school, pero compararla con "El exorcista", "Poltergeist" o "El resplandor" es inconcebible.
En mi opinión, Wan despuntó en su opera prima "Saw" y ya. Insidious y Silencio desde el mal pecan de lo mismo que esta. Me atrevería a decir que Insidious tiene más jugo y el argumento a ratos es hasta "original", pero la recta final del film es un desatino tras otro.
En resumen: un despropósito visualmente apolíneo.