La película dirigida por Alfonso Sánchez muestra de una manera exquisita cómo con el humor se puede hacer una crítica tan dura como la especulación de las entidades bancarias, el "cuñadismo", la delincuencia y la marginalidad de ciertos barrios, así como muchísimos más temas que se debaten durante los 87 minutos que dura la obra.

Es, además, una película innovadora en el sentido de la financiación, debido a que ha sido financiada en gran parte por dinero del público, a través del sistema de micromecenazgo o "crowdfunding", demostrando que se pueden hacer las cosas bien sin tener a grandes productores ejecutivos detrás que no hacen más que meter las narices y hacer recortes en las obras, llegando incluso a estropearlas.

Da la sensación durante la obra de Alfonso Sánchez, el cincuenta por ciento del dúo cómico "los Compadres" de que estamos siendo partícipes de un sketch larguísimo, debido al encadenamiento de situaciones hilarantes con toques extravagantes y también corrientes, hasta el punto de que, pasada casi la hora y media de duración de la película, nos dolerán las mejillas de sostener durante tanto tiempo la sonrisa.

No posee el mejor argumento, ni los mejores actores, ni siquiera las mejores localizaciones ni el mejor material de grabación, pero la película cumple su función con creces: Hacer reír y entretener a las personas que quieren desconectar de la cotidianidad y pasar un buen rato, solos o en compañía.

4/5.