Una película llena de momentos emotivos y con una carga emocional de mucho valor, valor que está enmarcado por las propias escenas del Gato con botas, kitty y sus enemigos. Todo cargado de personificaciones y reflexivas connotaciones de la misma vida.

Es una gran partida para empezar el año, un deleite con sus escenas a menos fotogramas y que recuerdan al director que hizo la película de Spiderman- into the spiderverse, y que aportan un rasgo muy juguetón y a las vez sombrío con algunos momentos. Es remarcable la dirección visual y sobresale mucho la creación y el diseño de los personajes para transmitir emociones, virtudes y perspectivas de tal manera que nos hacen quedarnos a ver más. Y de todo lo que me encanto fue el storytelling y los recursos narrativos para acercase a empatizar con los personajes, los distintas transiciones que son demasiado creativas, las locaciones que nos hacen inmersivos en este mundo del gato con botas.

En conclusión, ve la película en el cine y hazle un favor a tus ojos y los directivos de dreamWorks.