Lost in Translation

Desde que vi "2001:una odisea del espacio", no recordaba una película tan lenta y soporífera. Pocas veces me ha dolido tanto el pagar la entrada del cine, con la consiguiente pérdida de tiempo.
La película me pareció una tomadura de pelo, donde no pasa absolutamente nada durante los 105 minutos de película ¿solo? (en serio, pensaba que duraba más de dos horas).
Ni siquiera se salva Bill Murray, que me defraudó. Un actor cómico tan grande con esa trayectoría plagada de películas míticas. Por lo menos le sirvió para la nominación al Oscar (si su interpretación puede no estar mal, pero por mucha interpretación que sea, si no hay historia...).
Tan recomendable como una etapa llana de la vuelta a España, pero sin la emoción del sprint final.

Ahora nos vienen con que lo aburrido es sofisticado. ¡El hastío posmoderno, bah! Con que esas tenemos. Y no hablo de largos y hermosos planos (en eso abunda el cine y sus grandes directores), no. Hablo de un gordo sin traductor y su casi conquista que no saben qué hacer ni decir. Dios, creo que vamos perdiendo el sentido de las proporciones con estas burlas. Quien no se duerme con esta pérdida es el Rey del Insomnio.

Un señor ya maduro va a Tokio y allí reflexiona sobre su vida y conoce a una joven casi con edad de ser su hija
Es una película donde el director se luce, en este caso, una señorita. Murray y su rubia partenaire están muy bien. Sutil, pacífica, agridulce y a la vez, atrapante. Excelente composición con economía de recursos y ellos, todos lícitos.