El pisito

Pobre Rodolfo, lleva 12 años saliendo con su novia (alias "la fiera") y no pueden casarse porque no les llega para tener un piso. Esto sirve de excusa al director para mostrarnos la España de la época, justo cuando el campo se estaba despoblando y las ciudades no podían acoger a tanta gente de golpe. También había problemas de pobreza, jefes explotadores, bajos salarios, pisos compartidos por varias familias, etc.

Los protagonistas podrían haber sido una pareja encantadora y enamorada, pero eso hubiera sido un rollo. Mary Carrillo (genial) y López Vázquez (muy contenido) dan vida a unos novios desencantados y que se quieren poco o nada. Ella es odiosa y egoísta, y el solo es un pobre hombre que deja mangonear por ella para conseguir sus propósitos. Hasta tal punto que se ve obligado a casarse con una anciana para poder heredar el piso a su muerte.

Aquí tenemos un buen ejemplo de lo que es hacer cine de verdad. "El pisito" es una de las mejores películas del cine español sin ninguna duda y merece ser vista por lo menos una vez en la vida. Cualquier persona podría pensar que la historia se ha tenido que quedar antigua tras más de 50 años, pues no es así. Curiosamente con solo un par de cambios se podría rodar en nuestra época y seguiría siendo un peliculón. Claro que esto es una utopía, ya no se hacen películas así.

Todo un clásico del cine español, pese a que fue un fracaso de crítica y público en su momento, "El pisito" es fruto de la colaboración entre el gran Rafael Azcona (autor de la novela precedente) y el italiano Marco Ferreri, quien era, simplificando, "un Berlanga más radical". Fue precisamente Ferreri quien dio pie a la unión entre el guionista y el director valenciano, una de las más gloriosas de la historia de nuestro cine.

Así, en principio podría pasar incluso por una película de Berlanga, pero no; el estilo de Ferreri es más desaliñado, no tiene la pericia de don Luis en las escenas corales, y en general tiene otro tono, bastante más oscuro e incluso esperpéntico que el berlanguiano, por lo menos el de los años 50 y 60.

Ciertamente es una comedia muy negra y te ríes con algunas situaciones, en otras pese a la pretensión cómica, no lo haces porque realmente hablan de cosas muy serias (el deseo de que alguien se muera, etc), y desde luego tiene mucho valor en su retrato nada amable de la sociedad de la época e incluso del régimen. Pese a su realismo (o neorrealismo) es evidente que suele derivar hacia el esperpento (la escena del niño defecando encima de la mesa mientras los adultos comen, o el personaje de Dimas, el iracundo callista) lo que entroncaría con cierta literatura (Valle-Inclán) inseparable de la tradición española (Azcona sabía retratarnos estupendamente bien).

Todos los personajes, a excepción de la pobre vieja, son más o menos negativos, ya que el personaje del gran López Vázquez es noble pero nada hace para oponerse a las maniobras de su mujer (interpretada de manera soberbia por Mary Carrillo), quien es realmente despreciable.

No llega a la genialidad, pero "El pisito", negra, dura y triste, resulta imprescindible.

Obra maestra del cine español. A todos los niveles: desde su agudísimo argumento, pasando por la dirección de Ferreri y Ferry y acabando en las interpretaciones, desde le primero hasta el último secundario. Todo es formidablemente rico y se retroalimenta, desde una crítica rabiosa, inteligente y caústica. Hito en nuestra cinematografía por cuanto representa nada menos que el debut como guionista de Rafael Azcona y puede considerarse a ésta como el auténtico punto de partida para el carrusel de maravillosas películas paridas por el propio Ferreri, Berlanga, Bardem o Forqué. Cuenta la historia de una pareja de novios que tras muchos años así se desesperan por no encontrar un piso para poder casarse. La solución que encuentran es que él (López Vázquez) se case con una anciana (López Silva) para que a la muerte de ésta y como inquilino pase a ser propietario de su vivienda. Sin embargo, la anciana progresivamente comienza a revelar una salud de hierro. Neorrealismo corrosivo, con un gran humor negro y un esperpento que se apodera de un desarrollo tan serio como divertido. Magistral, por tanto, un clásico de nuestro cine. Imprescindible.

Una gran joya de nuestro cine, por no decir la gran joya, esta película lo tiene todo, para empezar buenos actores, Un gran José Luis López Vázquez, trabajador honrado y con un gran corazón, haciendo su papel de una forma espléndida, Mary Carillo, una mujer interesada, fría y calculadora pero que al igual que José Luis hace un papel estupendo y por supuesto la gran Concha López Silva que se sale en la peli, aunque haga de mujer débil y medio moribunda ya por la edad, borda su personaje. No puedo decir nada negativo de la peli, no me canso de verla aunque me sepa los diálogos de memoria y siempre la veo con el mismo gusto y las mismas ganas. Una de las mejores películas que ha hecho nuestro cine sin duda alguna con unos valores y un mensaje que muy pocas pelis no solo españolas sino de otros paises pueden superar.

Forzado por las circunstancias, llevo una temporada haciendo una especie de recorrido sentimental por el cine del pasado, en especial el español. Después de leer un puñado de críticas sobre esta película me llama la atención la miopía de gran parte de las mismas. Alguien escribe "la España más gris que he visto nunca", otro desbarra sobre la censura franquista y el tercero sobre la penuria de viviendas de la época. La España de entonces a algunos les parece gris porque nos llega en películas en blanco y negro, no porque lo fuera realmente; la censura de entonces era una broma comparada con la que ahora padecemos y lo de la vivienda se comenta solo. Muchos harían bien en mirar a su alrededor antes de concluir que viven en el mejor de los mundos posibles y hablar del pasado con tanta condescendencia.
De las dos películas que conozco de la etapa española de Marco Ferreri yo prefiero "El cochecito", pero es una mera cuestión de gustos. En ambas obras hay humor negro, pero es en "El pisito" donde Ferreri (y Azcona) carga más las tintas. El resultado es una vez más un mosaico de vidas que tiene algo de barojiano: un enjambre de personajes de los más variados pelajes, que parecen tener como leitmotiv la mera supervivencia en un entorno precario.
En una película coral como esta no existe un verdadero protagonista central. O tal vez sí, pero múltiple, pues todo gira en torno al trío formado por José Luis López Vázquez, Mary Carrillo y Concha López Silva. Sorprende el nivel interpretativo y la calidad humana que rezuman los actores de esta época, secundarios o no. A mí me resulta especialmente inolvidable el papel de la anciana interpretada por Concha López Silva, pero todos los demás también dejan su sello propio.
A los que sostienen que la España de Franco era un páramo cultural no les haría ningún daño echar un vistazo a las obras de Ferreri, Berlanga, Ladislao Vajda o incluso algunas obras de Bardem, y luego otro al panorama actual de cine embrutecedor y degenerado.