Los girasoles ciegos

Me refiero a los Goya, porque ha sido la única razón por la que la he visto. En el año 2008, ya me la colaron con una más que tediosa película llamada "La soledad".

En este 2009, con nada menos que 15 nominaciones, me han vuelto a engañar. Lo que más miedo me da o lo que más me quema es que es muy posible que sea la mejor película del año en España, y que se vaya a llevar un porrón de premios. Muy triste debe ser la situación actual española para que bodrios como este dejen aparcadas obras como "3 días" en la que sin ser ninguna maravilla, al menos intenta aportar algo de imaginación al panorama cinematográfico español.

Por cada nominación daré una razón para no ver esta peli, como los de los Goya son tan espléndidos tendré que forzar para plasmar 15 ideas distintas:

1ª/ Ritmo narrativo lento.

2ª/ La capacidad de transmitir de la película es nula, ni me afecta ni me importa. Y no significa que no me interese, estoy muy a favor de la memoria histórica, pero el modo de narrar la historia evita que me llegue.

3ª/ Exceso de frentes por los que ataca: nos intenta contar demasiadas cosas y con bastante celeridad por lo que consigue que ninguna quede bien expresada.

4ª/ Maniquea, no me gusta tanta distancia entre unos y otros. Una buena escala de grises hubiera provocado en mí alguna empatía o debate interno, pero ni era la intención de Azcona ni del director.

5ª/ Maribel Verdú, repite papel pero en una peor película. Decente pero vacía. Además no enseña los pechos. Empieza a ser costumbre...

6ª/Javier Cámara, a penas aparece y aunque realiza un papel creíble su tristeza y desesperación no transmite. Él si enseña los pechos pero ésto ya no suma puntos.

7ª/ Raúl Arévalo realiza un mal trabajo, en ningún momento nos expresa un verdadero debate interior, parece que la decisión estaba tomada desde el principio. Gran error ya que ésta parece ser un pilar importante del film.

8ª/ Fotografía simplista, para mi gusto demasiado estática.

9ª/ La dirección de Cuerda correcta, apresura el final y no aporta nada salvable.

10ª/ El guión, gran baza de la peli, sólo ha servido para hacer publicidad. Tiene pinta de que Azcona no pudo acabarlo y entre unos cuantos decidieron ponerle un final, rellenando los huecos dejados por la muerte de guionista.

11ª/ Ni los americanos tan simplistas y maniqueos ellos han aceptado este despropósito de película para los Oscar.

12ª/ A las dos jóvenes promesas, le hacen un flaco favor, metiendo una historia que no pinta nada en el contexto de la película, en la que hubo mucha más chicha pero que pasó como el aire entre mis dedos.

13ª/ Sensiblera y efectista, y lo peor es que ni lo consigue.

14ª/ El final es demasiado rápido y apresurado, pero eso casi mejor debido a la total falta de empatía que tendrás con la peli. Mejor, rapidito.

15ª/ Es mala, porque lo digo yo.

Hace poco más de un año tuve la oportunidad de leer el conjunto de relatos homónimo de Alberto Méndez, la única obra literaria de la vida del autor. Descubrí un libro repleto de historias inteligentemente entrelazadas, silencios que hablaban, de una plasmación sublime de la desesperanza y de la ausencia de destino, de la dignidad de los vencidos y del derecho a rendirse con honor. Sin lugar a dudas de los mejores libros de los últimos años.

Y como no podía ser menos llegó la inoportuna adaptación cinematográfica. Y digo inoportuna porque una obra así se merecía haber estado mucho más tiempo en la memoria de sus lectores antes de pasar por la gran pantalla. Para mí lo que es sin duda uno de sus errores más garrafales no es otro que escoger un solo relato (de los cuatro que tiene el libro) para intentar captar la esencia del conjunto. Una equivocación imperdonable ya que las historias de “Los girasoles ciegos” se complementan a la perfección y sólo alcanzan su maestría combinados e interconectados.

La propuesta de José Luis Cuerda es individualista, contraria al espíritu de la novela de Méndez. Dónde la película se centra en el contexto familiar de una familia perseguida, el libro va más allá y pretende ser un continuo fluir de voces anónimas que narran la dignidad de los vencidos, el honor de la derrota y el coraje de la rendición. Los actores parecen asustados ante un texto que se les escapa de las manos y al que no logran en ningún momento alcanzar en su complejidad. La película apunta directamente a los lugares comunes de la contienda española y se hincha de tópicos que no aportan nada aparte de un dramatismo poco creíble y en ocasiones bastante aburrido.

Las párrafos escritos desde la memoria y el corazón por Alberto Méndez perdurarán mucho tiempo como una de las mejores obras literarias sobre la Guerra Civil española. La película de José Luis Cuerda no hace nada más que engrosar la lista de ejemplos de adaptaciones innecesarias y mediocres y vuelve a poner en evidencia el escaso poder que tiene en ocasiones la imagen cinematográfica frente al poder evocativo de la memoria.

"Sólo recuerdo la emoción de las cosas y se me olvida todo lo demás. Muchas son las lagunas de mi memoria, pero más los recuerdos de mi historia." Antonio Machado

No se necesita más para adaptar esta magnífica obra al cine. Un matrimonio de izquierdas con dos hijos, un diácono lascivo, un rector hipócrita y sarcástico y un adolescente poetastro. El marido vive escondido en un zulo detrás de un armario, el diácono se siente atraído por la mujer, el poetastro huye a Portugal con la hija mayor del matrimonio y el rector va regalando "perlas de sabiduría" cada vez que el diácono le pide consejo. Magnífica ambientación y un trabajo encomiable de Javier Cámara y Maribel Verdú. Buena pero muy dura. Para guardar en tu videoteca.

Podría decirse que es una película más sobre la posguerra, también podríamos quejarnos de lo poco que se desarrolla el papel del Javier Cámara, cuando él es el mayor sufridor, y tan solo se le deja entrever en la historia. Pero hay que decir que Maribel Verdú hace un buen papel y Raúl Arévalo lo borda. Los dos protagonistas cumplen, y la historia que les envuelve es floja pero bien elaborada. Es aceptable y una vez más consigue irritarte ver todo lo que sucedía en aquellos tiempos, esta vez desde el punto de vista de una familia humilde enfrentándose a un chico perteneciente a la iglesia.

Siempre trae una notable polémica la adaptación cinematográfica de una novela pero aunque en este caso no puedo hablar de ello puesto que no me he leído el libro, sí que puedo decir que al margen de debates sobre cómo ha tratado el tema político (y todo lo que eso conlleva) es una buena película.

Si bien la interpretación de Raúl Arévalo no me ha convencido del todo (por no hablar de Martín Rivas, cochina mentira en este caso aquello de si breve dos veces bueno), Maribel Verdú está sensacional, con una mirada dura pero llena de las distintas emociones que va experimentando a lo largo de la película.

Con una música aceptable/acorde y un ritmo tranquilo pero sin ser resultar pesada es una película que me ha dejado buen sabor de boca, amargo quizá, pero ese es el motivo por el cual me gusta tanto este género.

Recomendable no por su brillantez pero sí por lo que cuenta.