Desafío total

Nos encontramos ante un remake ambicioso que pierde fuerza según avanza la cinta, convirtiéndose en una sucesión de escenas y situaciones de acción previsibles, sin mostrar al espectador ninguna escena que resalte más que la original o cualquier otra cinta de acción de los últimos años.

Rodar esta película no dejaba de ser un reto y una oportunidad, lo primero porque la original de Schwarzenegger se ha convertido en un clásico del cine, con memorables escenas grabadas en nuestras retinas, no consiguiendo esta revisión ninguna secuencia lo suficientemente reseñable como para perdurar en nuestra memoria. Lo segundo, porque el relato en sí y la forma de adaptarlo eran demasiado jugosos y fructíferos como para no revisar la historia.

Dicho esto, este remake contiene más sombras que luces, donde los aciertos residen en una ambientación fantástica, con unos escenarios y lugares muy cuidados y fabulosos, recreando un futuro claustrofóbico y artificial; todo esto removido con un ritmo frenético que no te deja ni un respiro de descanso, así como unas cuantas escenas de acción muy conseguidas narrando la huida y persecución de un protagonista que no consigue conectar con el público.

Pero el cúmulo de sombras acaba siendo superior, con una trama que empieza de forma ambiciosa pero se diluye con el transcurso de los minutos, con unos personajes planos que sólo dan puñetazos o disparan y unos agujeros y giros en el guión cuestionables. Pero lo peor es contemplar como un personaje tan icónico como Kuato se convierte aquí en un Líder apenas visto e inútil, con un Bill Nighy tan desaprovechado que su aparición huele más bien a un favor al director que un personaje vital en la trama.

Las comparaciones son odiosas, y aquí se resaltan en exceso, donde por mucho que los efectos especiales sean de última generación, tenga escenas muy entretenidas y hayan recuperado a la mujer de tres pechos, Wiseman nos muestra una cinta sin alma ni pizca de humor, lejos de la carismática y divertida película del director holandés de 1990.


En resumen, nos encontramos ante una entretenida película de acción y ciencia ficción, entretenida y con un ritmo apabullante, la cual acierta en la ambientación con unas ciudades magníficamente diseñadas y en las secuencias de acción, pero falla en todo lo demás. ¿Era necesario hacer este remake? Definitivamente no. ¿Colin Farrell lo hace bien? Tampoco, pero no es el peor.

Lo peor: Adolece de una falta total de carisma y una trama demasiado endeble. No supera el enfrentamiento con la original, perdiendo con ella en las comparaciones, puesto que no ha sabido o no ha podido superar aquello que a la original la hizo mítica.

Lo mejor: La recreación de las dos ciudades y las secuencias de acción. Así como un futuro más realista que el descrito por Verhoeven en su película

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Otro intento fallido de recuperar los 90... o más bien los 80, lo que es todavía más grave. Porque si bien es cierto que la película original salió en el año 1990, también lo es que se podía encuadrar dentro de ese boom creativo que vivió el cine de entretenimiento en aquella década dorada que ya nunca, por mucho que nos empeñemos, se repetirá.

Señores, aquella época pasó. El contexto en el que nos movemos no es el mismo, y menos en el mundo del cine, que está demostrando cada vez a pasos más agigantados que empieza a agotarse y que su única esperanza son los remakes, precuelas, secuelas, adaptaciones, tirabuzones y demás fauna. Hollywood está moribundo y cada vez que aparece una cinta como esta, nos damos más cuenta de ello.

En cuanto al reparto, es escalofriante comprobar cómo un elenco de actores destacados (que no sobresalientes, ojo) consiguen actuar tan mal. Nadie se cree su papel, y casi da la impresión de que ellos mismos saben que lo que están haciendo no tiene ningún sentido. Que contar una historia como esta en el año 2012, es absurdo y está abocado al fracaso.

Lo dicho. Si hubiera habido algo que valiera la pena en este producto, es como digo en el título, que el Quaid original, nuestro amigo Schwarznegger, apareciese para partirle la boca a la réplica barata que interpreta Colin Farrell.

Colin Farrell... por Dios...

De las peores películas que vi en los últimos tiempos. Este remake de la excelente película de Verhoeven es rematadamente malo. Creo que no era necesario hacerlo en absoluto puesto que no aporta nada nuevo. Se cambian cuatro cosas del guión, se pasa de Marte a una Tierra semidestruida por el holocausto nuclear, se intenta dar un toque "Blade Runner" o "El Quinto Elemento" y lo demás se intenta meter con calzador para que dejen poner el título "Total Recall".

La mayoría de los diálogos son clavados pero sin fondo. Destacaría la secuencia de los ascensores en la que mantienen un poco la tensión pero todo lo demás es bastante cansino y se hace muy pesado.

Personalmente me desagrada mucho que la película está cargada de los "efectos de destellos de luz", es decir, Wiseman pone un foco potentísimo en un lugar de la escena lo cual crea un destello que ocupa toda la pantalla, que seguro que cree que es moderno, pero a mi modo de ver no aporta nada, es repetitivo y desagradable. Además lo aplica a casi todas las secuencias lo cual acaba cansando. Evoca, tristemente, a los penosos videoclips de David Getta y derivados en los que este efecto especial(?) está muy de moda.

No vale la pena gastarse dinero para echar una cabezada. En mi caso fueron dos y una con babilla.

Ni los buenos efectos, ni los buenos actores pueden competir con la versión de Verhoeven protagonizada por Arnold....La película carece de todo, si bien es un remake, creo que han tratado de modificar bastante la versión original y eso es justamente lo que pierde la película, la gracia que tenía la versión de los 90. No se como llamarlo, pero le falta ese toque que la otra versión tenía, por recordar algo, el pañuelo mojado en su cabeza o cuando se quitaba el transmisor que tenía dentro. Bueno, esta peli no tiene nada de eso, no tiene ninguna escena memorable como tenía la otra. Ya me cansé de compararla; las 2das partes nunca fueron buenas dicen, pero los remakes a veces sí lo son, este no es el caso. Una desilución....

Total Recall es un remake, y los remakes siempre han sido un arma de doble filo
En el primer filo -el más peligroso-, está el hecho de que la original Total Recall es todo un ícono del cine de ciencia ficción, dirigida además por un realizador de culto, Paul Verhoeven.
Sin embargo, podemos decir que la nueva película se encuentra en relación con la antigua en la misma posición que Solaris de Soderbergh respecto de la Solaris de Tarkovski.
En ambos casos, la película más antigua deja grietas que la nueva se preocupa de aprovechar y llenar.
Así, visto el cine como una galería de fragmentos o de matrices, podemos decir que el cine es una sola película, o que el tiempo compensa los vacíos, las omisiones.
Una única película que sigue filmándose eternamente.