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Últimos días en el desierto

Drama En medio de un árido paisaje, ante la fatiga y las alucinaciones por el calor y la solitaria estancia desde hace más de una luna, Jesús tiene un encuentro con el Diablo, quien está más que ansioso de tentar al exhausto viajero. (FILMAFFINITY)
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Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
11 de agosto de 2017
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con la fotografía impecable de Emmanuel Lubezki, que hace del desierto incluso un lugar atractivo para vivir, el director Rodrigo García nos plantea una interesante reflexión sobre lo que pudo vivir Jesús de Nazaret cuando se retiró cuarenta días a rezar al desierto, lo que inició su predicación pública. Ese episodio de la vida del Nazareno se muestra en el Nuevo Testamento como el hecho decisivo, previo y necesario, a la asunción del destino que Dios le habría revelado y que Jesús asume, no sin dudas y vacilaciones, suponemos. De eso trata esta película, precisamente. Vemos al "hombre santo" -así definido por otro de los protagonistas del film- adentrarse en el desierto, buscando un sitio donde rezar, meditar y tomar decisiones. Y allí se enfrentará al ayuno, a las visiones y a las tentaciones que el diablo, encarnado en su mismo doble, le propondrá para ponerlo a prueba. Inquietante mensaje el que lanza Rodrigo García al hacer que Ewan McGregor interprete a los dos personajes al mismo tiempo: ¿no es el mal la otra cara del bien, no es el diablo nuestro propio yo perverso y rebelde? McGregor resuelve sin tensiones y con convicción uno de los papeles más interesantes de su carrera cinematográfica. En el desierto, Jesús de Nazaret se encontrará a una familia compuesta por padre, madre e hijo, cuyo destino cambiará precisamente por quedarse con ellos un tiempo. Ahí se plantean,creo yo, los dos temas principales de la película: la rebelión contra el padre y la aceptación o rebeldía frente a nuestro propio destino, que a veces se modifica de forma aleatoria e imprevista y, otras veces, de forma intencionada. ¿Era consciente Jesús que al rebelarse el chico contra su padre desencadenaría un escenario imprevisto que cambiaría el destino de todos los miembros de la familia? ¿Le sirvió esa experiencia para no rebelarse él contra el Padre y aceptar su destino? Hay varias escenas y frases que motivan una seria reflexión sobre el destino y la intervención divina en él, aunque no es necesario ser creyente para disfrutar de esta película que, ante todo, nos plantea la duda sempiterna sobre la existencia de Dios y su forma peculiar de hablar a través de nuestra conciencia.
francixavier
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29 de diciembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy completa y, lo mejor: tiene muchas lecturas, según afinidades, creencias, espiritualidad y, sobre todo, bagaje cultural y conocimientos de Historia Sagrada. No es -y hay que decirlo pronto- una película divertida (absténganse los que esperan aventuras o emociones fuertes); mucho menos sencilla (evítenla los que disfrutan con la simplicidad de lo trivial); tampoco -para los exhaustivos- desarrolla un discurso enjundioso, más bien al contrario, es bastante parca, es decir, no se define de manera explícita, no juzga, sólo trata de mostrar las circunstancias de una familia singular que acoge en unos días muy trascendentales y concretos a un tipo muy particular.

El desierto como escenario, la relación de Jesús con su lado oscuro y las controversias que mantiene con éste acerca de El Padre y el destino que le aguarda, recuerdan muy mucho a los enfoques que sobre el mismo asunto desarrolla El Evangelio según Jesucristo de J. Saramago. Y, al igual que en el del portugués, el relato incide más en el hombre, en sus dudas y en sus flaquezas que en los posibles misterios de la divinidad.

Tanto el tema, como toda la parafernalia cinematográfica (guión, actores, escenarios, música...) conforman un artefacto consistente y sugestivo que interesará mucho a los que ven en el hecho religioso (no necesariamente cristiano) un componente vital y social, histórica y culturalmente imprescindible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eulate
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14 de noviembre de 2017
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No me ha gustado la interpretación de Jesucristo, la bondad de éste no me da buenas vibras; más que un ser divino parece un vagabundo errante, débil e inseguro. También he echado de menos más diálogos entre Jesús y Lucifer.
Gallatea
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25 de enero de 2018
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Veo en DVD "Los últimos días en el desierto", la película que dirige Rodrigo García (hijo del escritor Gabriel García Márquez) quien se atreve a acercarse a la figura de Jesucristo, -con toda la complicación que ello comporta-, centrándose en el pasaje de las tentaciones en el desierto justo antes de comenzar su predicación. A pesar de que todo es libre en el guión que inventa el director, el tema dramático está tratado de modo interesante, con una gran delicadeza y respeto. Una acertada caracterización de un Jesús discreto y tímido, una creíble interpretación del británico Ewan McGregor, una lograda indagación en la humanidad del Mesías, una potente fotografía del desierto de Emmanuel Lubezki, unos originales fundidos a negro, unos dominantes primeros planos, una bellisima música que aumenta de intensidad para subrayar los momentos más dramáticos y una técnica muy depurada, he disfrutado de un film paradógico y respetuoso sin que, en ningún momento, me haya resultado vacuo, de puesta en escena soporífera y carente de profundidad a la hora de imaginar el conflicto de este Jesucristo que sufre por la relación con el Padre.
amaya pujana levy
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26 de octubre de 2021
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Atraído por la sugerente portada de esta película, he visto este título sobre los últimos días de Jesucristo en el desierto, previos a lo que conocemos como su vida pública. Lo primero que puedo decir de ella es que me equivoqué en el enfoque que le di al visionado. Anunciada con el subtitulo "Una historia del Nuevo Testamento", yo creía que me iba a encontrar un relato semi-bíblico, pero nada más lejos de la realidad. Como he leído en algunas críticas posteriormente, el film apenas tiene base bíblica, siendo una visión ficticia y personalísima de su director, el colombiano Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez, quien ha cambiado la pluma de su padre por la cámara cinematográfica.

No es el primer cineasta que se aparta del Evangelio e intenta dar una visión íntima de Jesucristo al margen de los relatos canónicos. En este blog ya he comentado La última tentación de Cristo de Scorsese, quien también (basado en Nikos Kazantzakis) ofreció su particularísima visión de la historia de Cristo. Si bien la obra de Scorsese buscaba desde el principio la polémica y la confrontación con la doctrina teológica (al menos como reclamo publicitario), el producto de García es más inocuo, sin excesivas escenas comprometedoras y con un hilo conductor diverso, menos teológico y más humanista.

Lo primero que conviene aclarar es que en Cristología (la parte de la Teología que estudia a Jesucristo) existen dos visiones opuestas a la hora de elaborar el tratado. Está la Cristología descendente (aquella que considera como punto de partida que la segunda persona de la Trinidad baja al mundo) y la cristología ascendente (cuya perspectiva es que la humanidad de Cristo es divinizada por Dios). Evidentemente el approach del director es el segundo, incidiendo en un figura de Cristo casi desdivinizada, que duda interiormente de la bondad de su Padre y que se prepara para una misión que no entiende. El problema de este acercamiento que parte de la humanidad de Jesucristo en busca de su humanidad es que casi siempre termina conduciendo a la herejía del arrianismo, cuyos defensores afirmaban que Jesucristo fue creado por Dios Padre y está subordinado a él, doctrina condenada por el Concilio de Nicea en el año 325. Creo que el director no es ajeno a ello, y muestra de ello es que el protagonista es llamado "hombre santo" durante toda la película. Un hombre bueno pero poco más, ni Salvador del mundo ni por supuesto Hijo de Dios.

No obstante, el objetivo de la película no es generar contenido teológico, ya que todo lo que ocurre en el film es ficción. Y lo que ocurre -el argumento- es que Jesucristo (Ewan McGregor), está próximo a concluir su estancia en el desierto y se encuentra con una familia a la que ayudar, al tiempo que el diablo sigue tentándolo sin cesar.

Para el comentario con detalles del argumento establezco seis claves que pueden ayudaros en el visionado de la película:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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