War Horse (Caballo de batalla)

Esta película está hecha para emocionar y lo consigue, pero no me quito la impresión de que es una película calculada hasta el mínimo detalle para conseguir eso y que no es mas que eso, todo al servicio de la lágrima, dejando todo lo demás fuera. Tiene escenas poderosas que se pierden en una historia calculada y manipulada.

La primera vez que vi el trailer de la película lo primero que pensé fue, otra vez más la historia de siempre. En Hollywood escasea la imaginación. Otra trama lacrimógena de un chico y su caballo. Vamos, en resumidas cuentas otro Liberad a Willy, cambiando ballena por caballo.

En eso no me equivoque, a veces las primeras impresiones aciertan, aunque no siempre por lo menos en mi caso. El guión no aporta nada fresco ni nuevo. Para ser justos hay que decir que la película sí que está bien rodada y algunas escenas magníficamente desarrolladas, en eso si que se nota la mirada del quien hay detrás, que no es otro que Steven Spielberg.

Ambientada en la primera guerra mundial, no por ello tiene escenas demasiado dramática, todo lo contrario, resulta ser una película demasiado inocente. Es lo que es y no hay nada más que contar. War Horse, en mi opinión es un largometraje totalmente juvenil y muy muy comercial. Muy Spielbergriana, quizá demasiado. ¿Resulta entretenida? Pues categóricamente contesto que si. Pero nada más que eso, una película con escenas bien rodadas, con bastante presupuesto, que trata de ser algo original y no lo consigue en absoluto.

Que esta película tuviera seis nominaciones en los Oscar, te hace preguntar qué es lo que está pasando en el cine actual. O mejor dicho, que utilidad tienen dichos premios o nominaciones si no son otros que publicitar algunas películas vulgares, pomposas y empalagosas que no conseguirían de otra forma una buena taquilla.

Puede ser mi culpa que pensé que veria una obra de esas que se pueden poner en la categoría de épica. Ni de lejos.
Tratando de la primera guerra mundial tampoco llega a ser nada interesante.
Además deja al ejercito inglés como lerdos. Carga de espadas y gaita son las palabras clave para entender mi afirmación.
Cierto que es una obra muy bien realizada tanto en vestuario como en fotografía. A eso se le suma los momentos edulcorados que puede sacar alguna lagrimita a alguien sensible.
El metraje excesivamente largo y un ritmo tan lento como rápido corre el caballo protagonista son los dos grandes lastres.
En resumen una obra muy regular la cual todavía pienso que he sido generoso en la puntuación.

Segundo largometraje como director de Steven Spielberg en 2011, el primero fue la excelente Las Aventuras de TinTín: El Secreto del Unicornio, a la que le sigue este Caballo de Batalla, drama bélico basado en la novela de Michael Morpurgo de mismo título. Para llevarla a cabo se deja acompañar de sus colaboradores habituales: Janusz Kaminski (La Lista de Schindler) como director de fotografía y John Williams (Tiburón) en tareas de compositor de la banda sonora. En el reparto una gran variedad de actores británicos: Jeremy Irvine, Tom Hiddleston, Benedict Cumberbatch, Peter Mullan, Emily Watson, David Thewlis, Eddie Marsan, Toby Kebbell y el francés Niels Arestrup. Todos ellos en realidad meros secundarios que van pasando por la vida de Joey, el caballo que da título al film.

Historia del equino protagonista, como nace y como es comprado en una subasta por unos granjeros (Mullan & Watson) que dejan que su hijo Albert (Irvine) le entrene para arar el campo. Pero la cosecha se pierde y se ven forzados a tener que vender al extraordinario caballo si no quieren que el arrendatario (Thewlis) les quite las tierras. Es así como llega al Capitan Nicholls (Hiddleston), que se lo lleva a la Primera Guerra Mundial, donde por una serie de percances y tragedias el animal va pasando por diferentes dueños hasta hacer que se reencuentre con Albert cuatro años después, cuando finaliza el conflicto bélico.

Sensiblona y lacrimógena película, retrata citada guerra mediante las hazañas de un caballo que allí por donde pasa crea asombro, haciendo que nos preguntemos en más de una ocasión qué es lo que tiene de especial el animal para que todo aquel que lo vea se encariñe tan rápido de él, en ocasiones sin siquiera demostración de su valía, y sí, el caballo es bonito, pero salen muchos más en la película y a ninguno se le presta atención. No es suficiente justificación para darle una película de 145 excesivos minutos que se hacen farragosos con tanto personaje fugaz carente de historia que entra y sale de la vida del jamelgo. Parte de culpa del guión de Richard Curtis (Love Actually).

Tanta culpa como puede tener Steven Spielberg errando elegir un proyecto tan poco interesante como este, un Spielberg que mantiene el interés con algún destello de genio y una puesta en escena clásica, repleta de multitud de bellos momentos e imágenes, también logro de la excelente fotografía de Janusz Kaminski. Esta vez sin embargo, no es suficiente para salvar Caballo de Batalla de la quema, todo ello roza la perfección pero resulta en exceso medido, forzado, prefabricado, es como si Spielberg, Kaminski y la en teoría emocionante música de John Williams nos dijeran a gritos "Dadnos un Oscar". Mucho envoltorio, poca sustancia.

Una película que nos devuelve la peor vertiente de Spielberg, la infantil y melosa, aquella que nos ha traído alguna de sus peores propuestas (Hook, Amistad). Caballo de Batalla además, está incluso por debajo de otros largometrajes con caballos de por medio como Seabiscuit de Gary Ross, aunque es igual de innecesaria.

Desgraciadamente Steven Spilberg nos intenta brindar una de sus especialidades (cine bélico) con una enternecedora historia sobre un caballo. Si bien, no solo peca de lentitud, y falta de empaque en el argumento; si no también de tópicos fotográficos.
Sólo es salvable la actuación de algunos de los actores y los toques adaptados de la guerra en sí.
Nada recomendable en esta historia, una vez más ñoña, en la que Steven Spilberg se queda en las medias tintas de la regularidad.