Buscando a Susan desesperadamente

Me puse a ver esta película con curiosidad ya que salen dos actrices conocidas, cuál fue mi sorpresa cuando no le vi nada de nada, las actuaciones son flojas y no hay por donde cogerla, lo único que se salva de ella, es la música y el vestuario, por lo demás, nada de nada, es una pena pues en su momento tenía cierto renombre, no se si es que le ha sentado mal el paso de los años o que. Perdí el tiempo viéndola la verdad, menos mal que no me costó nada ya que la saque prestada de la biblioteca.
Lo mejor: la música y el vestuario.
Lo peor: todo lo demás.
Haganme caso, mejor no verla.

Porque a parte de la pegadiza "Into the Groove" y unos cuantos cortes musicales de indudable calidad, algo habitual en el cine ochentero, la película es que adolece de un ritmo tan cansino, es tan lenta, que, por ejemplo, se tiran minutos y minutos divagando para presentar la trama.

Supuestamente se trata de una comedia pero no es nada divertida, los enredos llegan tarde y no se explotan y, por si fuera poco, las secuencias finales, (¡y no sólo estas!), son absurdas. Es más que divertida, feminista, pero de ese feminismo ramplón en la que ponen a los hombres como estúpidos o como galanes superenamorados de ellas a modo de premio por ser las protagonistas unas petardas.

Admito que la intención de la historia pudiera tener cierto interés pero a la hora de plantearla adolece de una alarmante falta de imaginación. Resulta previsible, sosa y con muy poca chispa. Además el personaje de Madonna es que parece una parodia de si misma que más que otra cosa.

Quizás la gran popularidad de esta cinta resida en la presentación de unos 80 bastante kitsch, estereotipados y underground. Y esa es la imagen de los 80 que le gusta a las nuevas generaciones. Sin embargo, mientras veía la película pensaba que, por ejemplo, "Top Gun" es de 1986, pero ¡qué diferencia! en el look, en el estilo, verdadera elegancia y saber estar. Pero parece que por ese motivo se rechaza en favor de los peinados estrambóticos, la androginia o el exceso en el color, en los complementos, las medias rotas, el maquillaje chillón, etc.