Mongol

Me estreno en la web y seré algo breve. Este filme es el primero de una triología sobre Genghis Khan. Por ello el filme parece incompleto con la secuencia final, como han dicho todos los que han valorado y analizado el filme. La revista Historia y vida, le dedica una hoja en su último número en la sección audiovisual, página 109.

Y es que esta película con una fotografía excelente y visualmente increíble se pasa 1h.30 min gestando al héroe mongol y luego lo mas interesante que es saber como consigue un ejército tan grande como para unificar Mongolia lo resuelve con un corte de montaje.

Le pongo un 6 por la fotografia, pero es que mejor no hablar del montaje y del guión en donde las reacciones y las muchísimas frases inecesarias de los personajes hacen perder toda su credibilidad.

Cuando uno se pone a ver un film épico habiendo visto un tráiler lleno de batallas bien rodadas y con una nota de más de un 6, la peli tiene que ser buena de cojones. Si además le añadimos que la crítica la ponen al nivel de Gladiator y Braveheart... pues algo tiene que tener el jodido film. Bueno, pues lo que tiene esta mierda de película es lo siguiente:

1) Unas cagadas de guión infumables.
Me explico, por poner un ejemplo (NO HAY SPOILERS); en una batalla unos hombres ven llegar a sus enemigos a lo lejos y se preparan para tirar mil flechas al aire para que estos no lleguen. En el siguiente plano, los arcos que estos tenían en las manos se han convertido (incomprensiblemente y por arte de magia) en espadas y estos corren como locos para atravesar las barrigas de sus enemigos......... (esto no es ninguna broma, y lo peor es que como estas hay unas cuantas). Cagadas dantescas sin sentido que se cargan la peli del todo.

2) Genghis Khan era un perfecto imbécil.
El bueno de Genghis es conocido en la historia de la humanidad como un sádico y sangriento militar con unos conocimientos de estrategia y guerra de puta madre... por algo conquistó Asia entera. Pues en esta película el tío es un mendigo asqueroso hasta los 25, en esa edad coge su primera espada, y sin aprendizaje previo el muy carbón ya es un puñetero samurai. En vez de enseñarte al tal Khan en su aprendizaje bélico lo único que ves son largos paseos por el campo rodeado de sus hijos y esposa, largos planos de maltrato que este buen mogol recibe por parte de sus conciudadanos y poco más. Además el muy inútil solo hace que recibir ordenes de su señora esposa y hablar con un Dios-Lobo para que le ayude . Parece que sus conocimientos militares le vengan dados de la mano de este Dios. La verdad es que en esta película las cosas pasan a trompicones y las décadas son cuestión de segundos, lo que hace imposible de creer y entender absolutamente nada.

3) Tres batallas.
En los largos y tediosos 126 minutos que dura la patraña esta, solo encontramos 3 batallas. Y aunque técnicamente están muy bien rodadas, se le nota a la legua la falta de presupuesto y se hacen tremendamente cortas.

4) Diálogos nefastos.
El guionista de este film merece la más dolorosa de todas las torturas. Nunca me había descojonado de risa en unos diálogos aparentemente serios y dramáticos. Son dignos del peor capítulo de Barrio Sésamo o Los mundos de Yuppy. Sin duda alguna lo peor del film.

Lo único que se salva de la quema es los momentos sangrientos de las batallas (extrañamente conseguidos con unos logrados efectos) y la aceptable fotografía, pero tardan demasiado en llegar y el sopor producido durante la espera no merece la pena.

Pues eso, que viendo la película no te enterás de que quién fue Genghis Kahn, que lo importante no es que se le apareciera un lobo, o 4 leyendas de hace ya casi 1000 años, lo importante digo yo es como organizó a los mongoles, como conquistó China. Pero de eso en la peli nada, pues puestos a contar que hubieran contado la historia de un mongol cualquiera.

Bodrov realiza una superproducción tan grande y colosal como desprovista de originalidad, metida de lleno en las constantes de este tipo de producciones-biopics. Tampoco da mucho al espectador ávido de conocimiento histórico que tendrá que recurrir a la biblioteca puesto que además el film acaba cuando Genghis Khan se encamina hacia el poder. Es decir, su juventud y sus primeros pasos recubiertos de sufrimiento y deseo de hacer justicia. Es todo tan pretendidamente correcto visualmente que no hay espacio al riesgo, es no obstante suficientemente entretenida como para que no pidamos la hora pero de seguro tampoco quedará como la gran película del fundador del imperio Mongol. Es más un film realizado a la cola de las nuevas formas desanimadas de las biografías épicas que aspira tanto a hacer recaudación en las taquillas que se le olvida tener más personalidad.