El Hobbit: La desolación de Smaug

No cabe duda que todos los fans del "Señor de los anillos" querían como agua de mayo el estreno del hobbit: un viaje inesperado, cuando llegó el estreno muchos de nosotros estuvimos en los cines el mismo día del estreno para matar ese ansia de " tierra media" que teníamos. El balance de la primera fue positivo, estuvo bien, estiraron un poco el chicle pero no decepcionó.
Tras, un viaje inesperado, queríamos ver esta segunda parte, la desolación de Smaug. En primer lugar decir que el mayor atractivos del filme es el dragón escupe fuego Smaug. Todos queríamos ver como iba a ser el, encuentro con los elfos del reino de los bosques y la llegada a la ciudad del Lago.
Pues bien el balance de esta segunda entrega es positivo pero no emociona, queda claro que las escenas de acción están bien grabadas( como es el caso de la huida dentro de los barriles) y los efectos especiales son emocionantes, sin embargo en ocasiones la película se hace un poco pesada ( principalmente por el excesivo metraje ya que la película dura en torno a dos horas media) . El director abre a la vez muchos frentes con la intención quizás, de ofrecernos un emocionante final en la tercera y última entrega " Partida y Regreso". Uno de los puntos fuertes del filme a mi parecer, es la figura del dragón Smaug, Peter no quiso mostrarlo por completo en los trailers para darnos la sorpresa en la película y no ha decepcionado ( aunque la voz no me convencía demasiado), También destaco la figura de Bardo, el arquero, interpretado por Luke Evans, su personaje destaca por su carisma. Desde el punto de vista opuesto, debo destacar que se estira tanto el chicle que a veces cansa.
Ahora hablaré brevemente de la película ofreciendo spoilers.

Una vez más volvemos a la Tierra Media como enanos (nunca mejor dicho) . Un año después de nuestro nuevo paso por ella, Peter Jackson logra que nos vuelva a enamorar. Enanos, hobbit, huargos, orcos, elfos y hombres convierten este espectáculo en un manjar para todo aventurero en cuestión de cine, cuyo plato fuerte no lo firma otro que no sea Smaug, ese dragón tan esperado y temido a partes iguales. 'La Desolación de Smaug' se torna más corpulenta que su anterior entrega, pero a la vez más ágil, más atrevida, más HOBBIT, y con más añadidos... Lo cual será alabado por unos y detestado por otros.

Hablando del libro y los añadidos llegamos a la eterna cuestión sobre la saga. Muchos amantes de Tolkien detestarán la división en tres películas, la invención de escenas, personajes y parajes, pero deberían ir más allá de la propia novela y darle una pequeña oportunidad a esta visión de un viaje apasionante. El libro es una obra magnífica, a la par que breve. Los añadidos a la historia no son más que nuevas tramas que más que estorbar al sendero general, ayudan a impulsarlo hacia nuevos niveles. Sí, me han faltado cosas respecto del libro y me han sobrado otras, pero no voy a menospreciar por ello lo que me parece una película de gran calidad gracias a que nos ofrece un viaje único.

Peter Jackson continúa las pautas básicas de la primera entrega en cuanto a la diferenciación con la saga que le proporcionó la fama, no olvidemos que es un libro que Tolkien escribió para sus hijos, es un libro sencillo e infantil, y esto se nota en su humor y su alegría, además de ayudar a que el ritmo de la propia película sea trepidante, sin dejar apenas espacio para escenas de ásperas conversaciones estáticas o miramientos, de lo cual podían acusar más de una vez a la primera parte. Los enanos, por su parte, tienen gran culpa de este entretenimiento. Esta vez podremos saber más de ellos, poco a poco iremos conociéndolos, a la vez que nos encontramos con nuevos héroes (o heroínas) que, por suerte, no buscaran ser reflejos de los que ya nos habían mostrado y otros viejos conocidos como Légolas, quien proporciona un gran sabor de boca al recordarnos por qué estamos allí sentados aunque sus escenas sobrecarguen bastante en ocasiones.

Pero Légolas no es el único que nos resulta familiar, en el primer minuto de la película el propio director aparece en pantalla, exactamente igual que apareció en 'La Comunidad del Anillo'. Risas y grandes expectativas crecen en toda la sala, las cuales se cubrirán con escenas tan épicas como la de los barriles. Ese fragmento del libro prometía por culpa de ser uno de los más amenos y cumple con creces gracias, en parte, a esos añadidos que algunos detestarán. Esa fabulosa escena, junto a la aparición de Smaug, se convertirán en lo más destacado de toda la película. Este último es ese famoso dragón que ha sido nombrado demasiado como para que no deseásemos verle. No se cómo sería un dragón en la realidad, pero a mí me han convencido con este, es más real de lo que podamos y queramos creer. Sorprende y sobrecoge... ¡nos encanta! Uno de los mejores trabajos en cuanto a CGI que hayamos podido ver.

De nuevo, la digitalización juega un gran papel, superando con creces las anteriores entregas. Nos adentra en pasajes insospechados tal y como pudiéramos haber imaginado leyendo, solo que a más fotogramas de los esperados. El HFR es un buen portento para el cine, una nueva vía que unida a un 3D de calidad aporta belleza a una imagen tratada para ser fiel a su hermano mayor 'El Señor de los Anillos', del cual emana también gran parte de una banda sonora que nos hará disfrutar más aún rozando lo épico en más de un momento.

Perdonaremos al equipo de producción más de un detalle (sobretodo invenciones) que puede desentonar o descolocar en más de una ocasión, pero sólo porque el trenzado creado para guiar el hilo conductor básico es realmente bueno a raíz de aclaraciones y nuevos personajes; el entretenimiento es de calidad; la aventura no nos defrauda; nos muestra toda la energía que una novela infantil podía tomar y nos lleva de nuevo a ser esos niños que se sentaron en la sala de cine a ver 'La Comunidad del Anillo' y no pestañearon. Se que no es la película de la década, ni lo mejor de este director, pero me ha mantenido atento en todo momento, me ha encantado volver a adentrarme en este tipo de aventuras y he disfrutado con un entretenimiento refrescante y fantástico en una sala de cine, donde últimamente aparecen pocas cosas así. Eso es de agradecer. Por mi parte, echaré de menos a estos enanos durante un año más. Tienen en sus manos cerrar una trilogía realmente apasionante surgida de ideas encharcadas durante muchos años hasta que Jackson y su equipo decidieron crear una saga con convicciones propias, sin miramientos hacia su hermana mayor, si no con sus propios itinerarios y formas.

Esperaba con muchas ganas el regreso de El Hobbit y pese a que en su momento no me convenciesen algunos de los cambios en ESDLA o "Un Viaje Inesperado" las disfruté enormemente y me parecieron bastante razonables la mayoría de estos.

La Desolación de Smaug como película de acción/aventuras es muy buena, de notable alto o incluso sobresaliente restándole algo de metraje para evitar que se acabe haciendo larga.
Como adaptación sin embargo es decepcionante. A pesar de sus diferencias ninguna de las anteriores me daban la sensación de romper de ese modo con lo que había escrito Tolkien, y no precisamente los cambios más obvios, como el personaje de Tauriel o la trama paralela de Gandalf, de hecho me ha gustado mucho el trabajo que ha hecho Evangeline Lilly y al igual que en la anterior, toda la trama de los orcos me parecía razonable para una adaptación.

Creo que es una película con la que desconectar y olvidarse de los libros (quien los conociese) un rato a cambio de casi 3 horas de espectacularidad y entretenimiento pero también una oportunidad perdida de mostrar un cuento fantástico sobre un Hobbit que llegó a plantarse frente a frente ante un astuto dragón.

He de ser honesto: conocí la Tierra Media gracias a este director que en épocas del Señor de los Anillos autoproclamaba ser un Hobbit de la Comarca y ahora se hace llamar un Enano descendiente de Durin. Y como tal, sospecho que al igual que Thorin se dejó arrastrar por su locura de encontrar La Piedra del Arca y estirar la historia hasta no dar para más, tocando la delicada línea entre lo sublime y lo excesivo. Corre el riesgo de despertar a un dragón malhumorado y no salir bien parado en el intento. Pero así como Thorin y su Compañía hacen el esfuerzo por lograr su loable objetivo, así he de agradecer el empeño y cariño con que se está haciendo esta saga para el deleite de habitantes de la Tierra Media como yo, ávidos de aventuras y emociones. Puedo decir que aunque bastante distinto a lo que hemos visto antes, seguimos en la Tierra Media todavía.

La película es en verdad muy buena como tal, aunque como adaptación, como todos saben, es algo desconcertante, pero nada que con una mente abierta no se pueda solucionar para poder disfrutarla como se debe, es decir, como un enano. Excelentes actuaciones de todo el reparto, lo que ya todos saben y no repetiré aquí. Como siempre en los apartados técnicos todo espectacular, aunque como pasó en la primera entrega de la saga, con la sensación de exceso de efectos digitales y con las típicas exageraciones en las batallas contra los orcos a las que nos está acostumbrando Jackson en esta nueva trilogía. Eso sí, agradezco enormemente la ausencia de villanos “graciositos” para darle un toque más oscuro cercano a ESDLA. Me sorprendió y no para bien la banda sonora, que aunque es buena y muy funcional en la cinta, honestamente no está a la altura de la primera parte (ya ni digamos con The Lord Of The Rings); tan solo está exquisito el tema de los créditos finales (no la canción, que la verdad no me transporta para nada a la Tierra Media), que incluye los temas élficos y de la personaje más controvertida de esta cinta (Tauriel), que por cierto a mí no me molesta en absoluto, sino hasta por el contrario encontré agradable. Eché de menos esas masas corales más contundentes de los Enanos al encontrarse en batalla con el escupe fuego. Ah, y por cierto, Smaug es Smaug, la mayor de las calamidades de la Tierra Media, no lo duden. En resumen, espectacular película y recomendada por supuesto, aunque quizás escuchen una que otra mentada de madres (como pasó aquí en el estreno) por ese final tan abrupto y que obliga a esperar otro año para ver en qué acaba todo. Ojalá para entonces no enloquezca Jackson por completo y recuerde el Hobbit que lleva dentro.

El Hobbit sigue siendo un dolor de ojos. Lo mejor sin duda la escena de la aparición de Smaug. Aunque sea el mayor espectáculo visual que se haya podido ver en el cine, pero es excesiva. Frenética, sin pausa, obesa de relleno, previsible. Toda la película he tenido la misma sensación de no poder disfrutar de su espectaculo visual precisamente por ser tan espectacular.

Intentan hacer una película con mutilaciones, misterio, oscurantismo infantil, y tantos ingredientes distintos mezclados no pueden tener un buen resultado final. Una pizza de chorizo, bacon, achoas, chocolate, pimientos, caramelo, hamburguesas y ketchup no puede gustar a casi nadie. No se puede hacer una película que guste a todos los perfiles de espctador.

Valoro la película como una adaptación y por eso no entro a hacer comparacines con el libro, pero los personajes e historias de relleno están fatal gestionadas. Las historias por asi llamarlas, secundarias a la trama del libro, son previsibles y carentes de sentido. Se ven muy estereotipados los personajes, sobretodo los secundarios.

Los diálogos de chiste fácil de muchos momentos contrastan con la literatura que tienen otros, pero no consiguen encontrar un punto de concilio. La banda sonora está más que correcta, pero demasiado continuísta, no consigue sorprender ni diferenciarse demasiado como a veces ocurría en la primera entrega.

Las distintas tramas están muy forzosamente hiladas, como coser un trapo sucio con un traje del Zara, por no hablar de que la película acaba bruscaménte, con un corte, sin ningúna pequeña epifanía o subcapítulo cerrado por algún evento. Simpleménte se corta por lo sano.

No deja de ser muy entretenida, per no es una buena película en ningún momento, unicaménte me sumergío la aparición y los primeros diálogos de Smaug.