Gravity Falls (Serie de TV)

De tantas producciones animadas anódinas que emiten bostezos y enrabonadas que idiotizan con el galopante rebusque de historias que no cuadran para nada surge Gravity Falls.
Dipper y Mabel son los mellizos curiosos, positivos, enérgicos y dedicados a investigar los pormenores de una ciudad imaginaria llamada Gravity Falls en Oregon, lo que en realidad es una tienda de campaña conviviendo con el dicharachero y oportunista vendedor y dueño de la cabaña del misterio que le encanta meter gato por liebre a los turistas el tío abuelo Stan; el empleado bobalicón y colaborador de la cabaña del misterio, Soos; la despreocupada y conchuda empleada de la cabaña del misterio, Wendy que se la pasa jugando los mellizos Dipper y Mabel y que les colabora en lo posible en la búsqueda de misterios; y el hermano de Stan Ford, con quien tuvo celos tanto personales como profesionales.
Una historia bastante impredecible con unos cuantos ingredientes adicionales, los efectos paranormales y los monstruos verosimiles, que para muchos lo consideraban como tabú pero poco a poco se va a desarrollando sin herir susceptibilidades a ningún niño, cosa que si quiere curiosear sobre estos eventos un adulto, ojalá idóneo, los resuelva.
Excelente elenco, así como la trama de pasarla bacano resolviendo misterios con estos ínterpridos mellizos buscando una nueva forma de contar historias y darle larga vida a la serie, de los pocos que hay que ofrecer en la televisión infantil, y por qué no, juvenil y adulto.

Se trata de una de las mejores series de la actualidad y definitivamente una de las pocas (quizás la única) que vale la pena ver en Disney Channel.
La historia es más bien parecida a las que estamos acostumbrados: dos hermanos gemelos de ciudad son enviados donde su tío abuelo a pasar las vacaciones de verano a su cabaña, la cual en realidad es una trampa turística, y descubrirán que no todo es lo que parece y el aparentemente aburrido pueblo puede encerrar más misterios de los que imaginan y bla bla bla. Dicho esto, uno no podría esperar que haya una trama muy profunda, pero, por fortuna, estamos equivocados, ya que esta es una de las mejores series animadas que se han visto en años.
El estilo de animación puede ser caricaturesco, pero los personajes están tan bien desarrollados que no es nada difícil empatizar con ellos. Otro punto a destacar es la relación de los protagonistas, acostumbrados como estamos a ver a hermanos peleando por cualquier cosa es un soplo de aire fresco ver una relación tierna, divertida y sumamente real. Los paisajes también aportan lo suyo, se nota que los diseñadores han hecho un excelente trabajo y el humor (infaltable) es hilarante, simpático, y hace que te brote una sonrisa sincera, ya que no faltan referencias a otras series, películas, bandas musicales, etc. pero la manera de introducirla de manera inteligente y no como un mero gag es un gran punto a favor.
Pero no solo por la excelente estética de sus escenarios, personajes o humor es que esta serie se destaca del resto, es por lo complicado y profundo de la historia, ya que la serie posee misterios no solo para los protagonistas, sino para los espectadores. Al comienzo de cada capítulo se plantea una introducción, un problema y una solución final. He llegado a comprobar (y si se animan a verla también lo harán) que en la "introducción" se muestran algunas banalidades que serán claves para resolver el problema, algún gesto que creemos es sin importancia resulta siendo la clave que determinará la solución del enigma. Hay que tener mucho ojo, además, ya que nada es al azar y puede que un personaje que apareció de la nada o un hecho o una palabra sea crucial en próximos episodios, por lo cual la magia de cada episodio no termina cuando este acaba, sino que los mismos televidentes pueden formar sus teorías o resolver los criptogramas que han dejado para nosotros.
Una serie completísima, con una trama bien planteada, buen diseño y animada.Si no la han visto, ¿que esperan?

Es una de las mejores series de animación que he visto. Sin duda, está dirigida a un público infantil, pero no deja de lado a todo el que se anime a verla. Es una serie peculiar, imaginativa e interactiva, aunque nunca hubiera pensado que eso fuera posible. Creo que bebe de series como Scooby Doo o similares, pero con un componente de aventura y misterio continuo que hacen que no puedas perderte el siguiente capítulo (pie del que considero que cojea Scooby). Los personajes están construidos de manera que muestran muchas caras de sí, su dialogismo, cosa que considero muy interesante y necesario para las series de televisión dirigidas a un público infantil. Muestran las múltiples facetas del ser humano y no personajes descafeinados con el encefalograma plano, cosa que abunda. Además creo que así los chavales pueden llegar a empatizar mejor con los personajes. Quiero decir, que si tengo algún día un cerdo se llamará Bamboleos. Muy recomendable, de verdad. <3

Phineas y ferb fue un soplo de aire fresco entre tantas producciones mediocres para Disney channel, pero cuando Alex Hirsch llegó con GF debajo del brazo y nos demuestra a todos que hoy en día sí se pueden hacer buenas caricaturas.

Lo más notorio de la serie, son sus guiones muy bien pulidos y que se nota que se tomaban su tiempo para escribir un guion decente (de hecho quienes seguimos GF desde su primera temporada sabemos lo tortuoso que era esperar por la aparición de un nuevo capitulo), que metía a uno de lleno en la historia, lograba crear toda clase de teorías de como serían sus siguientes capítulos, pero sobre todo, hizo que nos enamoráramos de sus personajes.

Si hay que quejarse de algún defecto, es que Alex hirsch decidiera que la serie durara sólo 2 temporadas, dejando algunas interrogantes para su episodio final (uno de los mejores episodios finales para una caricatura que haya visto en mi vida).

Debo confesar que me enganche con esta serie viéndola con mis hijos como quien no quiere la cosa, al principio, pero con el correr de los episodios me fue atrapando.
Es una serie genial, tiene una trama muy compleja y cada episodio nos lleva a esperar con ansias el siguiente.
Es esa misma magia que tienen nuestros recuerdos de las vacaciones de veranos mas increíbles que pasamos; la entienden los chicos y nos trae nostalgia a los padres.