The Canyons

Tras varios meses de espera, por fin se ha podido ver la nueva película de Lindsay Lohan (Actriz que no termina de desagradarme pero a la que su vida privada le juega malas pasadas) y, cómo no, las críticas han sido, en su mayoría, malas.

Cierto es que la película no posee una gran calidad y que el par de giros que da la película al final son bastante ridículos. También es verdad que tanto James Deen como Nolan Gerard Funk no tienen grandes nociones actorales y salta a la vista, pero pegan en la película, uno como sociópata manipulador y el otro como chico florero. Sin embargo la película tiene varios aciertos: La estética, si bien de Serie B, acompaña a los personajes y se amolda a sus personalidades, al igual que la música, ayudando a crear esa atmósfera opresora que no sería tan real si no fuera con el trabajo de Lohan que se esfuerza en todo momento por no caer en el ridículo ni en lo tópico y lo consigue, creando un personaje débil, con contradicciones. Lohan se ha demostrado a sí misma que puede actuar, no digo que vaya a ganar un Óscar o que su interpretación vaya a pasar la historia porque no es así, solo que aquí se reafirma como actriz con un personaje adulto y dramático.

De lo demás, nada que no sea previsible: Sexo, manipulaciones varias, algún que otro guiño a los telefilmes de después de comer... Pero aun así, y aunque la historia a veces cojee y en los últimos 15 minutos te descoloque (Para mal), merece un poco la pena.

Y, bueeeno... Vi nombres tan ilustres como Bret Easton Ellis (de la inolvidable "American Psycho"), Gus Van Sant (como actor, que no director), James Deen (el actor porno favorito del género femenino —por cierto, menudo pollón se le ve en la peli—), y sobre todo, Lindsay Lohan, a quien le tenía muchas ganas después de haber oído hablar tanto sobre su estropicio físico con el botox y demás, por lo cual no tuve más remedio que ceder y verla, aunque el argumento no me llamaba la atención lo más mínimo.

Voy a ser directa: pocas veces me aburri tanto con una película. Ya que estamos con Gus Van Sant: ¿conocéis una de sus películas, "Gerry"? Para la gran mayoría de la Humanidad, es la película más aburrida de la Historia, ya que sólo se trata de dos tios caminando por un desierto. Y nada más. Pues bien, es una de mis películas preferidas. Pero "The Canyons" me ha parecido realmente insoportable. Ha sido imposible para mí identificarme con nada de lo que estaba ocurriendo. Y mucho menos me fue posible obtener alguna enseñanza, o por lo menos, algo que me pudiera aportar más allá de ver el rostro y tetas hinchados de Lindsay Lohan. No da pie a ningún tipo de reflexión, no hace reír, no asusta, sus diálogos son realmente superficiales y poco ingeniosos (más les habría valido callarse la boca y dejar que nos lo imagináramos todo).

Realmente no sé qué decir sobre la película. Ah, sí, una última cosa. Me molesta profundamente que comparen a Christian con Patrick Bateman. En serio. No tienen absolutamente nada que ver. Dejad a Patrick Bateman en paz, joder, que es único e irrepetible.

Tiene lo peor del thriller, lo peor del drama y lo peor del cine erótico, pasando por un reparto bastante malo y un guión que, en mi opinión, es bastante flojo y no está ni terminado, que bien llevado podría haber sido algo mucho mejor. Con un protagonista que dan ganas de quitar la película cada vez que aparece, por no decir que la interpretación no es su punto fuerte, un rico que se tiene que salir con la suya siempre, recordando a veces al protagonista de Fifty Shades of Grey, por cierto, con el mismo nombre también. Lo único decente es Lindsay Lohan, y eso que está nominada a un Razzie por este papel.
En definitiva, la película es un desastre en caída libre por un "canyon".

The canyons (2013), de Paul Schrader, parece que transita los senderos del thriller erótico, aunque para Brett Easton Ellis, autor del guion, más bien se convierte, desafortunadamente, en una película del genéro Paul Schrader. Hay otros que la han calificado como porno blando aliñado con drama de baratillo. De entrada, al lado de Passion (2012), ese desmañado despropósito, o licuado thriller erótico, que ha realizado su compañero de generación, Brian De Palma, con quien colaboró en el guion de Fascinación (1975), me parece una obra maestra. Fascinación, decepcionante en su resolución, al menos poseía un refinamiento formal (cual envolvente seducción) en sus dos primeros tercios del que carece su última obra. Aunque a Passion no le faltan entusiastas admiradores, hecho que me sorprendería que pasara con The canyons (De Palma dispone de más fetichistas admiradores). Si la de De Palma no deja de ser un mero juego, la de Schrader me parece un escupitajo a una industria por la que cada vez ha sido más empujado a los márgenes. Su colisión con El exorcista: dominio (2005), un rechazo a su heterodoxo enfoque que incluso determinó que los productores decidieran que fuera rodada de nuevo por otro director, Renny Harlin, ya dejó bien claro que no aborda los géneros con los planteamientos más convencionales (o esperados; el entusiasmo que provoca James Wan refrenda que se busca lo trillado, la convencional formula del repertorio). The walker (2007), variación, sin las apoyaturas icónicas, y haciendo manifiesto el subtexto gay que el mismo Richard Gere dijo que le atrajo del proyecto entonces de American gigoló (1980), o esa rareza que es Adam Resurrected (2008), aún hicieron más evidente que sus inquietudes van por derroteros en los que no hay mucho tráfico. Schrader parece uno de esos cowboys fuera de tiempo, o de lugar, pero de la urbe. Incluso, va a contrapelo.

Los primeros planos de The canyons son espacios vacíos, supuraciones hopperianas, de cines, como si nos introdujeran en una ciudad fantasma. Gus Van Sant realiza una breve intervención como psiquiatra. Algunas de sus obras, las más heterodoxas ( y también más sobresalientes), están habitadas, primordialmente, por fantasmas, de Gerry (2002) a Paranoid Park (2007), pasando por Elephant (2003) y Last days (2005). En The canyons, las asociaciones con las producciones softcore porn me parecen un perverso juego de reflejos. De entrada que uno de los protagonistas, el que encarna el productor, Christian, este interpretado por James Deen, quien ha alcanzado previamente renombre como actor y director de cine porno. La banalidad, la insustancialidad, la depredación y la enajenación carecen de glamour, se desentrañan en el resplandor de su vulgaridad (hay una luminosidad que domina visualmente, como una luz a punto de explotar). Los personajes trabajan en el cine, pero nunca les vemos en trances creativos, como mucho en forcejeos entre bambalinas, en los despachos, o a golpe de teléfono. La estructura es circular, como si esta realidad fuera un bucle del que no hay posibilidad de escape, aunque varíen las figuras que te rodean. De hecho, la película se abre y se cierra con dos secuencias en un restaurante, con la conversación de dos parejas

Hay una atmósfera malsana, como corriente subterránea, que conecta con El placer de los extraños (1990). En esta, en la secuencia en la que el personaje de Walken comentaba su historia, en su primer encuentro, a la pareja que encarnaban Rupert Everett y Natasha Richardson, la cámara se deslizaba entre los asistentes en el bar. Parecido recurso utiliza en la secuencia inicial de The canyons, como una fisura que ya establece que entre los cuatro hay boquetes no visibles. Alguno ya perceptible, en la pareja que conforman Tara (Lindsay Lohan) y Christian, quien está más pendiente de su móvil (un gesto que ya es emblema del ensimismamiento de la sociedad de hoy), y no deja de alardear de la relación abierta de la que gozan como pareja. Si disgusta a Tara no es sólo porque le parece indiscreto andar comentándolo con tal desapego, sino porque, como pronto se descubre, mantiene una relación con el otro chico presente, Ryan (Nolan Gerard Funk). Mientras en la película de De Palma el juego con las apariencias no es más que el gusto por el truco, en la película de Schrader adquiere dolientes resonancias. Las apariencias ocultan carne que grita. La fisura conduce a una herida que ha derivado, y seguirá derivando, en degradación y enajenación. Dirección: el vacío. O el sórdido reverso de las ilusiones, las relaciones como negocio, como contrato o intercambio de egoísmos simulados.

The Canyons es una película que he estado esperando desde que se anuncio a Lindsay Lohan como protagonista.

Para mi Lindsay Lohan es una gran actriz y pudo aspirar a mas si no hubiera sido por sus problemas legales, algo que que todos tienen en cuenta y no se porque cada vez que ella hace una película.

¿Es que tener problemas con la ley hacen que tu talento se pierda?

Para mi esta película me a resultado interesante, por fin poder ver a Lindsay Lohan de nuevo y en un interesante papel. Interpreta perfectamente a Tara y se desenvuelve muy bien. Ademas ella es la única razón por lo que esta película merece la pena ver.

Ella hizo que esta película se convierta en una esperada película, gracias a ella esta película a llegado a los cines, porque si ella esto habría acabado directamente a DVD.

Paul Schrader debería arrodillarse ante Lindsay Lohan que a echo que la gente preste antención a este filme. Ademas de los desnudos de Lindsay que hacen que ella gane puntos.

La verdad es que me a impresionado como Lindsay actúa, debido a que lleva varios años sin trabajar y sus anteriores proyectos han sido horribles.

Aquí Lindsay deja ver de nuevo su talento como en Chicas Malas o Lo Dice Georgia, una actriz que van a mirar siempre con lupa debido a sus problemas personales.

Ella a demuestra con esta película que la gente se a equivocado con ella, y si se esfuerza un poco mas conseguirá el respeto que tenía antes en Hollywood.