La hija del lobo

Esta es evidentemente también la peor película de la historia de la humanidad avant la lettre mejorando lo presente y a mucha honra, tampoco hay que discriminarla difamarla injuriarla por ello, para, no burlarse de ella, a mala idea, ya que nació, seguro, con las más grandes ilusiones las mejores intenciones vio la luz y así como hay gordos o feos a cascoporro qué grima qué miedo que se mueran de una vez por todas anda ya esos engendros, igualmente hay obras fílmicas torcidas menos agraciadas o desfiguradas y no pasa nada y hay que quererlas tal cual sin mirar con ira atrás e incluso más, correr un tupido velo, arroparlas en nuestro regazo, como sociedad tenemos esa gran alta responsabilidad moral y/o comunitaria de cargar/tragar/mimar hasta lo que nos parece no tan perfecto como nosotros, eso, ea, ale, hala.
El destino no está en tus manos, está en el averiado cacumen quijotera de un desaprensivo guionista que lo encierren mala gente capaz de todo/tanto, incluso de llenar cada plano de algún fallo o disparate padre groso, de alguna gran cagada, hasta los hay con dos tres o miles de millones de errores de bulto sospechoso por lo que al final las cuentas que a mí me salen hablan de más o menos un billón de billones de inexactitudes, incoherencias, inverosimilitudes, imposibles, idioteces y chapuzas varias, creo que no me equivoco ni nada exagero.
Gina Carno no carajo, ella sí que vale un imperio, de hecho lo es y generador pardiez, no depredador como otros, es un vasto bello territorio donde se puede quedar uno a vivir tan ricamente tan feliz, acogedoramente, en las mejores condiciones, con todos los gastos pagados, mantenido, a la sopa boba. Ella es buena y santa. Y una loba. Como Shakira. Como la mujer pantera. Pero mucho mejor que todas. En su/s seno/s yo quiero retirarme del mundanal ruido y cuidar mi su huerto con todo el esmero. En sus carnes morenas yo me pierdo y encuentro, subo y bajo. Viva. Me exilio en su interior. Me pierdo. Me rebano. El seso. Me arrebato. Me escondo. Que te pillo. Corro. Fe doy. Me sublevo. Me enervo. Amado. Alzo. El de fénix el vuelo.
Richard Dreyfuss, tampoco le hagamos de menos. Shakespeareano. Rey Lear. Padre padrone. Desde por ejemplo encuentros en la tercera fase han pasado cuarenta años y ahí que sigue como el junco vivito y coleando y no se parte ni se arredra, arrecha, en la brecha, en la grieta, en sodoma y gomorra, donde más duele, dale que dale, erre que erre, monumento merece, por supuesto.

Se ve que algún iluminado le dijo a Gina que era buena idea hacer una peli y le leía el guión mientras Gina estaba jugando al COD Modern Warfare en la misión que tenés que safar de los francotiradores, o sea escuchó nada de lo que dijo el guionista y firmó todo sin saber.
Es lo que deduzco de esto que empieza a los tiros del primer minuto.
Lo único bueno, los paisajes
Lo segundo bueno, los lobos
Netflix a veces (varias) te hace comer cada sapo
Te hace llorar pero de lo mala que es.
Un dolor de ojos.
Y peor aún verlo a Dreyfuss trabajando en esto.
El horror, el horror