Casi perfecta

Menudas críticas más duras las de los periódicos gringos. No creo que sea tan mala, hombre. A ver, al principio todo te chirria mucho: la protagonista es REPELENTE a más no poder, y acabas HARTO, EMPACHADO de sus ÑOÑERÍAS y SUBNORMALADAS. Pero joder, es que esa es la intención: asquearnos de su estilo de vida que sólo la iba a conducir a la más profunda infelicidad e insatisfacción personal.

Tras ese algo extenso prólogo tan vomitivo, se va perfilando lo que es en realidad la cinta: una comedia satírica y bastante inteligente que nos presenta situaciones y personajes de lo más excéntricos y surrealistas al mismo tiempo que retrata una alta sociedad hipócrita y desalmada. Es delicioso observar cómo la protagonista se humilla conscientemente en multitud de situaciones. Y me río por dentro, entre dientes, con las "cagadas" de la madre alocada que no sabe cómo hacer frente a su hija, la protagonista, una mujer neurótica a más no poder. ¡Y qué decir del hermano con asperger, que es tan entrañable y nada estúpido (a pesar de su extrema candidez)!* La gracia de la película estriba en que no puedes dar crédito a lo que ves ante tus ojos. Por ejemplo, ves que la protagonista hace una tontería (que en sí no tiene por qué ser graciosa)... y dices "vale, todos cometemos errores, no pasa nada", mientras intentas sonreír en un intento de ser amable con no se sabe quién (¿o acaso nunca os ha pasado eso de que estáis viendo o leyendo algo que es una soberana mierda, pero sonreís condescendientemente, casi con culpabilidad, como si os estuviera observando fijamente la persona que ha parido esa basura?), pero el caso es que la protagonista no se detiene ahí, no. No: SIGUE. Sigue haciendo tonterías, a cada cual más estúpida que la anterior. No para, es increíble. Es decir, en una comedia convencional, todo se quedaría en un pequeño gag con risas enlatadas y tal, pero en la que nos ocupa no es así: es un perpetuo gag, la película entera es un gag compuesto de varios gags que se desarrollan e interrelacionan entre sí. Me parece una genialidad esa manera de concebir una comedia.

No es una película que te haga reír a carcajadas (bueno, sí, casi), pero sí es de ésas que te hacen reír por lo bajini, con ese gustirrín que te recorre la columna vertebral cada vez que te enfrentas a alguna amez de escena.**

Y por último, pero no menos importante: Mat Dillon es un crack. Supongo que debería desear que aparezca más a menudo, pero mejor que no, acabaría saturándonos. Todo en su justa medida (y parece ser que el Dillon lo sabe muy bien, un olé por él).